NOTAS
BICENTENARIAS
Conciencia
Americana
Cuando
la noticia de la muerte del Coronel Pedro Aldao y la pérdida de toda la
guarnición de Calabozo llegó a Valencia, en Diciembre de 1813 la gente asustada
se fue a la iglesia para pedir a Dios por la tranquilidad de aquel país, que en
vuelta de 3 años había dejado de ser el campo de las tranquilas comarcas, para
pasar a ser terreno de una guerra a muerte que amenazaba con acabar con toda la
población. Eran esas precisamente las banderas de los seguidores del rey,
quienes dejando a un lado los 300 años de dominio y explotación europea,
gritaban en los pueblos que la culpa de todo la tenían los revolucionarios
llamados patriotas, quienes habían desafiado el poder de la realeza con su
inconformidad, cambiando la tranquila disposición de la colonia y sus
normativas por una provincia sin el apoyo de las naciones del mundo y en la
cual la inseguridad y el desorden había llenado todos los espacios.
Cuáles
eran las normativas coloniales que regían en américa antes de Abril de 1810?
Pues en estos países existía un sistema de explotación controlado por España y
sobre los cuales regían las pautas de la esclavitud y la jerarquía de la raza
blanca para todas las acciones de la sociedad; en la que llegó a escribirse
como legal que el trabajo de los hombres era solo para los indios, negros y
mestizos, que los ascensos del campo militar no estaban disponibles para estos
grupos y que para asistir a la escuela o para optar a un puesto en la
administración pública era necesario demostrar la pureza de la sangre y los
orígenes certificados de hombres y mujeres europeas. A todo este mundo de
injusticias en las que no existían ni las mínimas garantías de libertad para la
vida era la que los curas seguidores del Arzobispo de Caracas Don Narciso Coll
y Pratt llamaban “la tranquilidad de antes”; eran también las condiciones que
añoraban las oligarquías de entonces, quienes permanecían indiferentes ante la
presencia de las tropas republicanas y clavaban el puñal de la traición por la
espalda para apoyar a los realistas cuando sabían que los batallones se habían
retirado para defender otros lugares.
Por
aquellos últimos meses de 1813 las batallas se sucedían en diferentes escenarios
de Venezuela, los ejércitos perdían recursos y hombres en grandes cantidades y
sin embargo se reponían con admirable rapidez, las poblaciones rurales de
entonces apoyaban a la monarquía y entre muchos criollos había una condición de
apoyo y protección a los realistas y la conformidad de las poblaciones era casi
increíble.
Después
de la batalla de Araure el 05 de Diciembre de 1813 Bolívar se mueve con la
tropa hacia el centro y aun cuando habían salido triunfadores, en el ,Corazón
del héroe se sentía la angustia por organizar todas las defensas y la
preocupación por cumplir con las tareas en los diferentes frentes. En San
Carlos y Valencia El Libertador, acude de nuevo al concepto de “La Conciencia
Americana” como una propuesta para indicar a las poblaciones que las provincias
nuestras podían gobernarse con su propia gente y que las raíces de los pueblos
formados en 300 años de mestizaje habían profundizado en estas tierras lo
suficiente como para aspirar a la autonomía de las provincias y las libertades
propuestas por los clásicos de la ilustración.
Para
establecer un patrón de comparación es importante mostrar las estadísticas
demográficas para la Venezuela de 1810 que según Acosta Saignes: de un total de
un millón de habitantes existentes, menos del 2% eran españoles y un 15% negros
libres y esclavos, un 10% indios, 20% criollos y más de 50% pardos y mestizos.
Para cuando salen los llaneros con Boves y Morales hacia la zona central de
Venezuela, de un ejército de unos 4000 hombres solo existen unos 150 españoles
en las tropas que con increíble descaro, enarbolaban la bandera amarillo y roja
de la España y gritaban a los cuatro vientos viva Fernando VII. En un documento
escrito por el padre Ambrosio Llamozas para el rey de España en 1815, se
reconoce con absoluto desparpajo que las masas de llaneros seguían las banderas
de la monarquía totalmente engañados y que solo eran tentados momentáneamente
por los premios ofertados después de la toma de los pueblos consistentes en el
botín de los saqueos y los despojos de las haciendas que incluían a las mujeres
y todas sus pertenencias. La mayoría de los hombres pardos estaban contentos
con la guerra en la que se acababa la dominancia de los mantuanos, las escalas
sociales y militares cambiaron y las tierras eran repartidas para quienes las
trabajaban.
El
07 de Diciembre de 1813 desde San Carlos, Bolívar hace otro llamado a la
participación ciudadana, es decir a la conciencia americana cuando dice:
“Tenemos que lamentar un mal harto sensible: el de que nuestros compatriotas se
hayan prestado a ser el instrumento odioso de los malvados españoles” y abre de
nuevo la puerta a la felicidad para el regreso de todos aquellos que andan
escondidos en los bosques o militando engeñados en las filas del Rey. En aquel
día el Libertador decreta: “todo americano que se presente al juez de su
pueblo, en el término de un mes, será admitido y no se le perseguirá por haber
servido en el ejército español, o por haberse alistado en las cuadrillas de
salteadores”.
Eran
los pensamientos del genio de américa y sus acciones para tratar de detener el
vendaval de traiciones que se venían encima en aquel Diciembre de la joven II
República. Eran las luchas de un genio que se autodenominaría “El hombre de las
dificultades”, y al que la historia guardaría un lugar
muy especial.
Ing. José Ubaldo García
Boconó Edo Trujillo, Diciembre 2013
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