sábado, 3 de agosto de 2013

La Primera República


Vida Cotidiana en tiempos de Independencia
 Centro Nacional de Historia
¿Qué comían los venezolanos durante la independencia?

U n aspecto desconocido para la gran mayoría de los venezolanos en la actualidad es qué comían los habitantes de nuestro país durante la época independentista. En primer lugar un alimento que no podía faltar eran las arepas de maíz. En el almuerzo los granos eran la comida típica de ese momento, por eso el arroz también era usado cotidianamente como acompañante de éstos, de allí que el pabellón criollo tenga sus orígenes en esa época. Si hoy día es común acompañar las comidas con pan, en aquellos tiempos el cazabe era el indicado para esos casos. En cuanto a las bebidas, se usaban los jugos, guarapos, chichas y café, endulzados con papelón. Los postres más populares eran la naiboa, almidoncitos y la torta de cazabe.

Las Casas

Venezuela, al ser una colonia de relativa importancia para los intereses económicos de la corona española, no tuvo un destacado desarrollo en materia arquitectónica, y esto no cambió durante la época independentista. Caracas para esa época no contaba con más de 7 cuadras y 120 manzanas alrededor de la Plaza Mayor (Plaza Bolívar), la cual era el epicentro político y económico de la ciudad. Las casas de los pobres se construían de bahareque y caña, con techos de paja o palma, mientras que las de los mantuanos tenían amplias ventanas y paredes de tapia, piedra y fachadas de ladrillo, que demostraban su posición de clase dominante en la sociedad.

¿Cuántos éramos?

Para 1810 la mayoría de la población no era ni blanca nacida en España, ni blanca nacida en América, sino que provenía del mestizaje. Como ejemplo tenemos que para ese año en la Capitanía General de Venezuela el 50 por ciento de la población estaba constituida por pardos (término utilizado para denominar el grupo racial de la mezcla de negro con blanco); mientras los blancos nacidos en España, los blancos criollos, además de los mestizos (como se conocía al grupo proveniente de la mezcla de blanco con indio) constituía 25 por ciento; el restante 25 por ciento estaba conformado por los negros esclavizados y los indios. Un aspecto a destacar es que para esa época la provincia tenía aproximadamente más de un millón de habitantes, siendo los pardos el grupo más numeroso, pero a su vez uno de los más excluidos.

Los Carnavales

Al igual que en la actualidad, los carnavales eran días donde las pasiones se desataban, claro que en una época donde el recato y el puritanismo eran la tónica esos desórdenes causaban gran escándalo. Se realizaban muchos juegos como el lanzamiento de puñados de anís, frutas, agua y tinturas donde participaban por igual hombres y mujeres. Hasta en banquetas se daban esos episodios que a veces podían terminar en “encuentros indecentes” o en graves altercados si alguna persona se sentía ofendida o agredida. Un aspecto a destacar es la conducta de los curas en esas fechas, ya que muchos fueron sorprendidos “jugando con pardas, negras o mulatas” en los patios traseros de las iglesias, lo que produjo comentarios venenosos en las localidades.

El Clima

Durante la Independencia los caraqueños no sólo debían sufrir los sobresaltos de la lucha, sino también los bruscos cambios de temperatura. En las mañanas las temperaturas oscilaban entre 21º y 22º, pero en las noches llegaba a 16º, siendo evidente la presencia del “pacheco”. Por eso era común oír las quejas de los habitantes que se reunían alrededor de la Plaza Mayor, quienes se quejaban de las bajas de temperatura. En los meses de abril, mayo y junio llegaba el período de lluvias, y con él la neblina que ocultaba los cielos capitalinos, el fuerte frío obligaba a los caraqueños a abrigarse, tomar café bien cargado o un chocolate caliente.


La Cocina

Las esclavas eran las que se encargaban de la cocina, donde realizaban gran cantidad de alimentos para sus amos y la servidumbre. Estas viandas eran generosas
y se preparaban en hornillas de fogón en las cuales se calentaba un plato a la vez. Por eso había toda una hilera de hornos pequeños para cocinar en el menor tiempo posible. Al quemarse la leña en esos fogones se producían grandes cantidades de hollín, por lo cual las cocinas eran ubicadas lejos de la casa. Los platillos llevaban hierbas y tubérculos que se sembraban cerca de los hogares, donde también se criaban animales de corral: pollos, cerdos y chivos, entre otros. Los utensilios eran las vasijas de barro, las paletas y los cucharones de tapara o madera resistente.

La navidad

Las tradiciones navideñas durante la Independencia no eran muy distintas de las que en muchos lugares de Venezuela aún perviven. En líneas generales se hacían yacimientos y pesebres en las casas, además se organizaban actos con títeres, cantos, comidas y bailes que eran criticados por los sacerdotes por considerarlos “actos de relajo de la moral y las buenas costumbres”, al estar en contra del carácter religioso que debía tener la celebración del nacimiento de Jesucristo. Pese a esas quejas de los curas, las personas asistían a las iglesias para “limpiarse por los pecados cometidos”. Los 24 de diciembre comenzaban las fiestas que se extendían hasta el mes de enero, hasta empatarse con los pecadores carnavales.
19 de Abril de 1810. El Comienzo de la Independencia

Ese día jueves santo la ciudad de Caracas se preparaba para las fiestas litúrgicas, pero los acontecimientos políticos que se desencadenarían hicieron de esa fecha religiosa un momento único en la historia venezolana. En primer lugar, el Cabildo de Caracas, reunido en la actual Casa Amarilla, discutía desde tempranas horas las acciones a tomar ante los acontecimientos ocurridos en España, a éste fue invitado el Gobernador y Capitán General Vicente Emparan. El objetivo de esa sesión era desconocer la autoridad de Emparan y proclamar una Junta de Gobierno, ya que los mantuanos no aceptaban la autoridad del Consejo de Regencia de Cádiz (organismo creado para administrar el poder ante la abdicación del rey como consecuencia de la invasión francesa a España), pero el Capitán General se negaba a escuchar las peticiones del Cabildo abandonando la reunión bajo el pretexto de que debía asistir a las actividades religiosas en la Catedral, siendo detenido por Francisco Salias, quien lo llevó de vuelta al Cabildo. Al momento de su llegada la discusión política se centraba en la representación popular, José Félix Ribas se proponía como representante de los pardos y el padre José Cortés de Madariaga como diputado del pueblo, de esa forma el Cabildo tradicional realizaba un viraje en sus funciones y estructura abrogándose la representación popular. Emparan, ante esa maniobra, intentó que lo nombraran presidente de la Junta Suprema de Gobierno, y dada la negativa de los presentes salió al balcón a preguntarle al pueblo que permanecía en la Plaza Mayor si aceptaba su mandato, como era de esperarse la respuesta fue negativa, debido a que éste había alcanzado un alto nivel de conciencia y madurez política. De esa manera se formó la primera Junta Suprema de Gobierno en Defensa del rey Fernando VII en América, constituyéndose así el primer paso en el proceso de rebelión que el 5 de julio de 1811 proclamaría finalmente la Independencia de España.

Los argumentos para independizarse
Uno de los argumentos de mayor peso utilizado para la rebelión del Cabildo de Caracas fue el derecho que tenían las colonias para organizar su propio gobierno mientras estuviese en cautiverio el rey de España. Con ello, en el papel se mantenía la fidelidad al monarca, pero se evidenciaba que la verdadera intención era conseguir la independencia total de la corona.

Reacción antijuntista
No todas las provincias de Venezuela aceptaron con beneplácito la junta instaurada luego del 19 de abril. Maracaibo, Coro y Guayana se declararon en rebeldía, reafirmando su fidelidad a la Regencia, y con esto rechazaban la autoridad de la Junta Suprema de Caracas al apresar a los emisarios enviados por ésta.



Participación de Francisco Salias

Este personaje tuvo una destacada participación en los sucesos ocurridos el 19 de abril de 1810, porque cuando Vicente Emparan pasó por la Plaza Mayor con la intención de dirigirse a la Catedral, después de rechazar los pedidos del Cabildo y del pueblo que le gritaba regresé “A Cabildo”, Salias lo tomó por el brazo impidiéndole entrar al templo y le ordenó: “el pueblo os llama a Cabildo, señor”. Ante lo cual la guardia personal de Emparan impidió un enfrentamiento y se dirigieron a la reunión donde se concretaría su destitución.


Juan Germán Roscio
(1763-1821)

Graduado en la Universidad de Caracas en Derecho Canónico y Civil. Le fue negado su ingreso al Colegio de Abogados porque su madre era india y ese hecho no figuraba en su expediente de “limpieza de sangre”, ante ello inició una brillante defensa que lo llevó a ser admitido en 1805. A partir del 19 de abril de 1810 tuvo una destacada participación política, fue el redactor del Acta de la Independencia en 1811 y participó en la elaboración de la primera Constitución de Venezuela ese mismo año.

Miguel José Sanz
(1756-1814)

Tuvo una destacada vida académica e intelectual. Desde noviembre de 1810 hasta julio de 1811 fue redactor, junto con José Domingo Díaz, del Semanario de Caracas. Amigo de Francisco de Miranda fue un fiel defensor de la causa independentista, ejerció los cargos de secretario de Guerra y Marina y secretario de Estado. Fue apresado luego de la capitulación de 1812, reincorporándose a la vida política luego del triunfo de la Campaña Admirable. Murió en la Batalla de Urica.


Las Primeras misiones diplomáticas patriotas

Uno de los aspectos más destacados de la Primera República fue su preocupación por la política internacional, por esa razón envió misiones diplomáticas al exterior con el fin de explicar los acontecimientos del 19 de abril de 1810, la constitución de la Junta Suprema de Caracas, además de afirmar los lazos comerciales y conseguir apoyo a su causa.

En total fueron cuatro misiones. Una enviada a Curazao y Jamaica a cargo de Vicente Salas y Mariano Montilla, que logró asegurar las relaciones comerciales con ambas islas. Con la misión enviada a Santa Fe de Bogotá (Nueva Granada) se firmó el Tratado de Alianza y Federación entre Cundinamarca y Venezuela (que es el primer tratado realizado por el país con un gobierno extranjero), en ésta Venezuela estuvo representada por José Cortés de Madariaga. A Washington D.C., capital de Estados Unidos, es enviada otra delegación integrada por Juan Vicente Bolívar, Telésforo Orea y José Rafael Revenga, que no logra su objetivo de conseguir el apoyo de ese país a la Junta Suprema (esa conducta de no injerencia estadounidense se mantuvo a lo largo de todo el proceso independentista), en las gestiones ni siquiera se pudieron adquirir armas para la defensa del país ante posibles ataques enemigos. Por último, se encuentra la de Andrés Bello, Luis López Méndez y Simón Bolívar, quienes viajan a Londres, Inglaterra, donde tampoco consiguen el apoyo de la potencia más importante de la época, porque para ese momento España era su aliada. El principal enemigo inglés era el peligro que significaba para sus intereses el triunfo de Napoleón Bonaparte en Europa. Pero esta misión fue la más relevante al haber contactado al precursor de la Independencia, Francisco de Miranda, el cual regresó junto con los emisarios al país, para desempeñar un papel relevante en todo el proceso previo al 5 de julio de 1811.



Andrés Bello
(1781 – 1865)

Nació en Caracas, el 29 de noviembre de 1781. Estudió derecho, medicina, aprendió varios idiomas, entre ellos francés, inglés y latín. En 1808, fue redactor de la Gaceta de Caracas. El 10 de junio de 1810 viajó hacia Inglaterra junto a Simón Bolívar y Luis López Méndez en la misión diplomática nombrada por la Junta Suprema de Caracas. En Londres se encontró con Francisco de Miranda, quien le permitió el uso de su biblioteca, donde pudo leer importantes obras literarias. En la capital inglesa estudió griego y desempeñó la Secretaría de la Misión Diplomática. En 1814 se casó con María Ana Boyland, quien murió en 1821. En 1824 contrajo nupcias con Isabel Antonia Dunn (la madre de sus 12 hijos). Fue el redactor del Código Civil de Chile y fundador de la Universidad de Santiago donde ejerció como docente y rector. El maestro Bello tradujo al castellano gran cantidad de obras, escribió poemas y elaboró importantes teorías lingüísticas acerca del idioma castellano. Falleció en Chile en 1865.


Instalación del Congreso
2 de marzo de 1811

El primer Congreso de Venezuela inició sus sesiones el 2 de marzo de 1811 en la casa del conde de San Javier (hoy esquina de El Conde ubicada en la ciudad de Caracas). Estuvo integrado por 30 diputados de las provincias de Caracas, Cumaná, Barinas, Margarita y Mérida, posteriormente se incorporaron a sus actividades representantes de Trujillo y Barcelona. En el marco de la sesión inaugural el arzobispo de Caracas, Narciso Coll y Prat, ofició una misa donde hizo jurar a los diputados lealtad al rey, la oposición a toda dominación extranjera (debido a la invasión francesa a España) y la defensa de la fe católica como la única religión verdadera. Pese a este juramento la instalación del Congreso era muestra del ordenamiento del poder que emanaba de la soberanía popular, ubicándose por encima de toda autoridad impuesta por la corona española. De allí que la proclamación de la Independencia fuera una cuestión inminente. En el Congreso se nombraron a los miembros del Poder Ejecutivo (el conocido triunvirato) y se dispuso realizar reformas del poder judicial, entre otras medidas de importancia. La polémica estuvo centrada, el mismo 3 de julio, en torno al tema de la Independencia, que debido a las presiones de la Sociedad Patriótica (conformada por Francisco de Miranda y Simón Bolívar, entre otros), y pese a la oposición de un grupo de diputados, quienes se dividían entre los que ponían en duda la legitimidad del Congreso y los que no creían que fuera el momento oportuno para dar el paso decisivo, no lograron impedir que a la hora de la votación triunfara por abrumadora mayoría la Declaración de Independencia. A continuación las funciones del Congreso estuvieron dirigidas a redactar una Constitución, la cual fue sancionada el 21 de diciembre de 1811, siendo la primera de Venezuela y de América Latina.


Firma del acta de la Independencia
5 de julio de 1811

La proclamación de la Independencia de Venezuela no fue nada sencilla, en primer lugar los miembros del Congreso no estaban seguros de dar ese decisivo paso, pero la sociedad Patriótica (donde se encontraban Simón Bolívar y Francisco de Miranda) comenzó a realizar actos públicos en las calles con el fin de presionar a los diputados. También promovía diversas reuniones, en una de ellas, celebrada exactamente el 3 de julio, Bolívar pronunció su célebre discurso ante la Sociedad Patriótica donde dijo:“Trescientos años de calma no bastan”. Todos esos hechos llevaron a que el 5 de julio de 1811 se declarara solemnemente la Independencia. Las calles se llenaron de personas celebrando ese importante logro, mientras los diputados encomendaron a Juan Germán Roscio la redacción del acta contando con la colaboración de Francisco Isnardi. El domingo 14 de julio, una vez refrendada y publicada el Acta, en medio de una gran fiesta, se proclamó la independencia en la Plaza Mayor.



Acta de la Independencia
(Fragmento)

Nosotros, pues a nombre y con la voluntad y autoridad que tenemos del virtuoso Pueblo de Venezuela, declaramos solemnemente al Mundo que sus Provincias Unidas son y deben ser de hoy más hecho y de derecho Estados libres, Soberanos e independientes, y que están absueltos de toda sumisión y dependencia de la Corona de España, o de los que se dicen o dijeren sus apoderados o representantes, y que como tal Estado libre e independiente, tiene un pleno poder para darse la forma de gobierno que sea conforme a la voluntad general de sus pueblos, declarar la guerra, hacer la paz, formar alianzas, arreglar tratados de comercio, límite y navegación, hacer y ejecutar todos los demás actos, que hacen y ejecutan las Naciones libres e independientes. Y para hacer válida, firme y subsistente esta nuestra solemne declaración, damos y empeñamos mutuamente unas provincias a otras, nuestras vidas, nuestras fortunas y el sagrado de nuestro honor Nacional.”



Sociedad Patriótica

Organización política revolucionaria que tuvo entre sus objetivos proclamar la Independencia de Venezuela. En la Sociedad Patriótica  hombres como Francisco de Miranda (a quien se le atribuye su creación) Simón Bolívar, Antonio Muñoz Tébar, Carlos Soublette, Francisco Espejo y Vicente Salias, entre otros, destacaron por su activa participación en largas sesiones nocturnas donde, entre los años 1810 al 1812, se discutieron temas de interés concernientes a la emancipación venezolana.  Cabe señalar que su membresía  no se restringía a los hombres blancos, participando por igual mujeres e individuos procedentes de diversos sectores de la sociedad de la época. Entre sus actividades resaltaron la edición de un periódico denominado El Patriota (con un total de siete números), así como la celebración del primer aniversario del 19 de abril de 1810

El Terremoto que sacudió la naciente República

Un jueves santo, el 26 de marzo de 1812, alrededor de las 4:00 pm, se sintió un terremoto en las ciudades de Caracas, Mérida, El Tocuyo, Barquisimeto y San Felipe. Sin embargo, Caracas fue la más afectada porque murieron alrededor de 20 mil personas (cerca del 5 por ciento de la población), miles quedaron sin vivienda y no fueron suficientes las medicinas, la comida y el agua potable para socorrer a los afectados. Por otra parte, este terremoto fue en gran medida el motivo de la caída de la Primera República, ya que integrantes de la Iglesia Católica, que favorecían a la corona española desde los púlpitos, pudieron manipular este hecho como un importante efecto psicológico en contra de la causa independentista, sosteniendo que la catástrofe era un castigo divino por la insubordinación hacia las autoridades. Nuestra corta independencia sucumbiría tras este devastador sismo que en menos de un minuto acabaría con la naciente República.


La Capitulación en San Mateo
El bloqueo de 1810 levantado por la metrópoli en las costas venezolanas como respuesta a la formación de la Junta Suprema, dificultó el aprovisionamiento de las tropas patriotas, esto generó un fuerte descontento en los soldados e hizo casi imposible mantener las condiciones adecuadas para enfrentar a Domingo de Monteverde, Capitán de Fragata recién llegado a la Provincia de Venezuela a finales de marzo de 1812, con el claro objetivo de acabar con la República. Otro elemento que a último momento se configuró como un importante inconveniente para la defensa de los patriotas, fue el repentino levantamiento de negros en Barlovento y la pérdida de Puerto Cabello a manos de Bolívar. Ante este panorama Miranda decidió entablar conversaciones con el Capitán realista a fin de proponer un armisticio, de esta manera a partir del 17 de julio de 1812 se inician las conversaciones con Monteverde para dar fin a las hostilidades. Finalmente, el 25 de julio, en San Mateo, Miranda presente la Capitulación ante Monteverde en la cual establece, entre otras materias,  “Que [se]  salve las personas y propiedades de todos los que han promovido y seguido la justa causa de Caracas en provincias”. Lamentablemente, a pocos días de firmado el pacto, Monteverde violó casi todas las disposiciones del mismo persiguiendo y apresando a todo patriota que se le cruzara en el camino.


Mis promesas serán cumplidas: vivid tranquilos por este cumplimiento inviolable”

Así se expresaría el general Domingo de Monteverde el 3 de agosto de 1812, refiriéndose a la capitulación firmada por Francisco de Miranda y él un mes antes, en San Mateo. Sin embargo, aquel llamado no pasaría de ser una mera declaración, así lo demostrarían los hechos inmediatos: se abrió un régimen desenfrenado de persecución política sin precedentes hasta entonces. Las personalidades más influyentes de Caracas, entre intelectuales y propietarios afectos a la causa patriota, serían recluidos en calabozos y, en algunos casos, embarcados a Cádiz para que cumpliesen condena: Juan Germán Roscio, Juan Pablo Ayala, José Cortés de Madariaga, también los miembros de las familias caraqueñas como los Castillo, Mires, Padrón, Peña, Barona, Iznardi, Salcedo y Ruiz. En Valencia, así como en otras partes del país, Monteverde erigió lo que se conoce como el Tribunal de Seguridad Pública, con el objeto de embargar los bienes de los revolucionarios y, en general, de cuantos se señalasen como “comprometidos”, “involucrados”, o “afectos” a la causa republicana.


Domingo de Monteverde
(1773-1832)

Nace en San Cristóbal de La Laguna, Islas Canarias, el 2 de abril de 1773. Se desempeñó como oficial de la Real Marina de Guerra de España. En el mes de marzo de 1812 llega a Venezuela. Hallándose en Coro, el gobernador José Ceballos lo comisiona para sumarse al movimiento prorrealista en la población larense de Carora. Desde allí, Monteverde empezaría a ganar terreno durante la debilitada Primera República. Tras la capitulación de San Mateo asume el control político y militar de la Provincia de Venezuela. Entrega el mando el 28 de diciembre de 1813 y parte hacia Puerto Rico. Muere en Cádiz el 19 de septiembre de 1832.

LA BANDERA DE VENEZUELA


Día de la Bandera de Venezuela

(Jueves, 3 de Agosto de 2006)
Día de la Bandera de Venezuela
El 12 de marzo de 1806 flameó por primera vez la bandera que, con algunas modificaciones, habría de adoptar Venezuela. Este hecho memorable no ocurrió en aguas venezolanas, sino en la rada de Jacmel, Haití, por obra de su creador, Francisco de Miranda.
Nota Importante: El Día de la Bandera se celebra el 3 de agosto como fiesta nacional en Venezuela, siendo oficilizado en el 2006 en conmemoración del primer izado de la bandera propuesta por el General Francisco Miranda en suelo venezolano. Ver aquí
Miranda fue, en verdad, algo más que un Precursor. Alfonso Rumazo González lo califica de Protolíder, es decir, el primer líder de nuestra independencia. En efecto, mucho antes de que Bolívar naciera, mucho antes de las insurrecciones de Chirino y de Gual y España, ya Miranda luchaba por la libertad.
Es Miranda quien inventa la palabra Colombia. Quiere darle ese nombre, en homenaje a Cristóbal Colón, a toda la América del Sur que se propone libertar. Con 20.000 dólares que donó el comerciante Samuel Ogden, y otras contribuciones, Miranda compró un buque de 180 toneladas, que bautizó con el nombre de su pequeño hijo, «Leander» (Leandro).
Este barco lleva a bordo el cargamento más heterogéneo que se haya visto jamás. La oficialidad está integrada por polacos, franceses, austríacos, norteamericanos, etc. La tripulación es cualquiera. La que primero aparezca. John Fink, carnicero muy popular, es el encargado de reclutar a los vagos y maleantes de los muelles de Nueva York o en los bajos fondos de Brooklyn.
Con aquella abigarrada tripulación se hizo a la mar en Staten Island el domingo 2 de febrero de 1806. Se dirige a Haití, donde debe reunir más gente. En 17 días de feliz navegación, ya está en Haití. Miranda agota los recursos para lograr que se fleten dos pequeñas goletas: la Bachus (Baco) y la Bee (Abeja).
Estando aún en la rada haitiana, Miranda iza el pabellón tricolor. Esa bandera tiene los colores del iris: amarillo, azul y rojo.
Es el 12 de marzo. El momento solemne lo preside Miranda. Es entonces cuando aquel hombre extraordinario lanza al aire unas encendidas palabras, como si estuviese poseído del espíritu de Don Quijote, y de inmediato hace prestar a todos un juramento ante la Bandera de Colombia, una República que aún no existía.
Este fue el juramento: «Juro ser fiel al libre pueblo de Sur América, independiente de España, y servirle honesta y lealmente contra sus enemigos y opositores y observar y obedecer las órdenes del supremo gobierno de este país legalmente constituído y a las órdenes del general y oficiales superiores a mí». Así nace Bandera venezolana, aunque todavía no iba a flamear en nuestras costas, porque las autoridades venezolanas estaban avisadas. Cuando ya Miranda estaba frente a Ocumare de la Costa, en la madrugada del 28 de abril, lo atacaron ferozmente durante 40 minutos. Miranda logró escapar, pero quedaron en manos de los realistas 58 prisioneros que fueron trasladados al Castillo de San Felipe, en Puerto Cabello. Diez de ellos serían ahorcados el 21 de julio; los demás sufrirían prisión por más de diez años. Uno de los ahorcados y descuartizados fue el impresor norteamericano Miles L. Hall, quien por tal razón ha sido considerado como el primer mártir de la imprenta en Venezuela. Con Miranda viajaban 6 tipógrafos.....y la imprescindible imprenta.
No se da por vencido el bravo general que acaba de cumplir 56 años de edad. Con una expedición aumentada ahora a 11 buques y 300 hombres de desembarco, llega a las costas de Coro el 1º de agosto de 1806. En la madrugada del día 3, mientras los buques descargaban su artillería, Miranda y sus hombres se precipitan a tierra. ¡Hacía 35 años que Miranda no pisaba tierra venezolana! Ese mismo día, en lo alto del Fortín de la Vela, hace flamear por primera vez nuestra bandera en territorio venezolano.
Fue el presidente Rómulo Betancourt quien, en Decreto del 3 de julio de 1963, instituyó el 12 de marzo de cada año como Día de la Bandera, considerando «que ese día debe corresponder al momento histórico en que el glorioso emblema se izó por primera vez como símbolo que inflamó de patriotismo al corazón de los Libertadores, para realizar la epopeya de la Independencia Nacional...» El 23 de septiembre de 1977, por disposición del presidente Carlos Andrés Pérez, los Ministerios de Relaciones Interiores y Educación resolvieron: «En los planteles educacionales, durante los actos de izar y arriar la Bandera Nacional, los alumnos que intervengan en las ceremonias correspondientes cantarán el Himno Nacional de la República de Venezuela.
Los días lunes al izarla y los viernes al arriarla, se cantará completo, y los días martes, miércoles y jueves, sólo el coro y la tercera estrofa».
El Presidente de la República, Hugo Chávez Frías el 3 de agosto de 2006, decretó esta fecha como el Día de la Bandera, en justicia para el Generalísimo Francisco de Miranda y los mártires que llegaron hace 200 años a La Vela de Coro para izar por primera vez el tricolor nacional. Aquí
Juramento Estudiantil ante la Bandera Nacional
PROMESA

¡Bandera Mía!
¡MiPatria eres tú!
Y la Patria es la tierra: ¡Venezuela!
Es el Llano, son los Andes, es el Mar que nos rodea.
Es la Selva y sus riquezas.
Son sus ríos.
Son sus hombres, sus mujeres y sus niños.
Es su música.
Es la Lengua Castellana en que te hablamos.
Es la Historia que es Bolívar.
¡Son mis padres, mis hermanos, mis amigos, mis maestros!.
Aquí vengo reverente,
El cariño, el respeto y la adhesión que te debemos
¡Porque eres, mi Bandera, todo eso! Y eres más.
Te prometo, cada día, ser mejor:
Estudiar con dedicación.
Ser honesto y capaz.
Contribuir a tu grandeza
Y elevar, hasta el cielo,
Esas franjas amarilla, azul y roja
¡Y entregarle siete estrellas que le faltan!
JURAMENTACIÓN

Maestro: ¡Joven venezolano
que de la Bandera has hecho
una imagen de la Patria!
¡Has hecho una promesa!
¿Juras cumplirla?.
Estudiantes: ¡Juramos!
La Bandera Nacional fue reformada el día 7 de marzo de 2006 por la Asamblea nacional quedando la Bandera con 8 estrellas y adaptándola a la real historia de Venezuela, ver la Ley de Reforma General de la Ley de Bandera, Escudo e Himno Nacionales aquí.
El Día de la Bandera se celebra el 3 de agosto como fiesta nacional en Venezuela, siendo oficilizado en el 2006 en conmemoración del primer izado de la bandera propuesta por el General Francisco Miranda en suelo venezolano.

El Estado Delta Amacuro

(Sábado, 3 de Agosto de 1991)
El 3 de agosto de 1991 se eleva a categoría de Estado el Territorio Federal Delta Amacuro, con la denominación de Estado Delta Amacuro.
Estado de Venezuela situado en la Región Guayana, en el extremo noreste del país. Limita al norte con el océano Atlántico, al oeste con el estado de Monagas, al sur con el estado de Bolívar y al sureste con la zona en reclamación, bajo el control de Guyana.
Tiene una superficie de 40.200 km2, cubierta en su mayor parte por las tierras cenagosas del gran delta del Orinoco que desemboca en el Atlántico. Se extiende desde la península de Paria hasta el piedemonte de la serranía de Imataca. Más de cincuenta ríos, siete de los cuales son navegables, y múltiples ‘caños’ se unen conformando una intrincada red fluvial. En lengua de los indígenas warao o guraúnos, Amacuro significa ‘la presencia de la cotorra’, aunque también puede traducirse como ‘tejido de agua’. Cubre, además, las áreas afines de los ríos Guanipa y San Juan y de los caños La Brea, La Laguna y Guariquén, al sur del río Orinoco. El brazo principal es el río Grande, canal navegado por buques de gran calado. La mayor parte del territorio es inundada por las crecidas del Orinoco, que alcanza su nivel máximo en el mes de agosto. Diariamente las mareas, que penetran 100 km tierra adentro, someten a considerables inundaciones a las tierras bajas.
Domina el clima tropical, con temperaturas medias anuales de 28 ºC y una elevada humedad relativa, nunca inferior al 90%. Las precipitaciones presentan un régimen irregular, con altos registros anuales, que varían de 900 a 2.000 mm, y con dos periodos lluviosos: mayo-septiembre, localmente denominado ‘invierno’ y noviembre-febrero con menor volumen, conocida como ‘época de nortes’.
La línea costera y las áreas fluviales sometidas a las mareas están cubiertas de manglares, un tipo de vegetación formada por árboles y arbustos tolerantes al agua salina y a la fluctuación de los niveles de agua. En este ámbito se encuentra el Parque nacional de Mariusa-Delta del Orinoco. Los suelos deltanos son fértiles por la presencia de abundante materia orgánica; sin embargo, su fragilidad es enorme ya que la quema y el uso inadecuado de la tierra puede degradarlos rápidamente. El cierre del caño Mánamo con un dique-carretera —con el fin de lograr la adecuación de tierras para dedicarlas a la agricultura intensiva y comunicar por vía terrestre a Tucupita con el resto del país—, creó grandes expectativas sobre la posible utilización de los suelos con resultados finales negativos, en parte debido a la presencia de terrenos con grandes cantidades de ácidos y alto contenido de azufre. No obstante, la obra emprendida por la Corporación Venezolana de Guayana en la década de 1970 con el fin de proteger de inundaciones a las islas del Alto Delta —integrando, además, las islas de Tucupita, Cocuina, Macareo, Manamito y Guara, donde reside más del 70% de la población de Delta Amacuro—, desarrolló un sistema de diques de 172 km. Posteriormente se construyeron canales de drenaje que permitieron utilizar extensas áreas antes afectadas por las inundaciones, logrando dos periodos de siembra al año con buenos rendimientos y la mejora de pastos para la ganadería bovina.
La economía se basa en el cultivo de plátanos, yuca, maíz, arroz, caraotas y cacao —éste último para la exportación—, combinado con la pesca y la ganadería. También se extrae petróleo procesado en la refinería de Tucupita y existen yacimientos de bauxita. La escasa red vial existente convierte a los ríos en verdaderos ‘caminos de agua’.
La desembocadura del Orinoco fue descubierta en 1500 por Vicente Yáñez Pinzón y navegada por primera vez en 1501 por Diego de Ordaz. La ocupación del espacio de su delta fue tardía. Tucupita es la capital del estado y la principal ciudad del estado, con 57.047 habitantes (según estimaciones para 1996). Otros centros urbanos son Curipito, Curiapo, Macareito y Macareo. Delta Amacuro tiene una población (según estimaciones para 1995) de 110.800 habitantes y una densidad de 2,75 hab/km2. Existen unos 15.000 indígenas waraos que viven en viviendas construidas sobre el lago y denominadas palafitos.

Antonio Lauro

(Viernes, 3 de Agosto de 1917)
Antonio Lauro
El 3 de agosto de 1917 nace en Ciudad Bolívar Antonio Lauro compositor y músico, reconocido internacionalmente.
Desde la edad de 9 años vivió en Caracas. En la Escuela Superior de Música aprendió teoría y solfeo, y luego composición. A partir de 1933, se dedicó de forma intensiva al estudio de la guitarra, hasta llegar a ser uno de los más celebrados ejecutantes de este instrumento. Tanto es así, que el compositor y crítico inglés John Williams le llamó «el Strauss de la guitarra». Escribe y ejecuta numerosos valses (Natalia, el más famoso, dedicado a su hija; María Luisa, dedicado a su esposa; Tatiana, Andreína, Yacambú). Integró el célebre trío Los Cantores del Trópico, junto con Marco Tulio Maristani y M. E. Pérez Díaz.
Antonio Lauro obtuvo los Premios Oficiales de Música en los años 1947, 1948 y 1950. Obtuvo tres premios «Vicente Emilio Sojo» correspondientes a los años 1948, 1955 y 1957. Murió en Caracas el 18 de abril de 1986.

El Cabildo Venezolano

(Jueves, 3 de Agosto de 1594)
El Cabildo Venezolano
Origen del Cabildo Colonial

El origen del Cabildo en Venezuela guarda relación con la fundación de nuestras primeras ciudades en el siglo XVI. En efecto, cuando se fundaba una ciudad, el Adelantado designaba entre tus hombres los regidores y alcaldes que irían a constituir el Cabildo de la nueva población.
Este Cabildo, Ayuntamiento o Concejo, era el representante legal de la ciudad, el órgano de la autonomía municipal, por medio del cual los vecinos velaban por los problemas administrativos, económicos y políticos del municipio. Su estructura y composición fue semejante a la que tuvieron los Cabildos de España; pero tus atribuciones variaron y también su importancia política, debido a las condiciones especiales que tuvo la sociedad colonial.
La forma de proveer los cargos del Cabildo varió durante el período colonial. Al comienzo, el fundador de la ciudad designaba a los miembros del Cabildo, de acuerdo con una de las Leyes de Indias, que disponía lo siguiente:
"El que capitulare nueva población de ciudad, villa o colonia, tenga la jurisdicción civil y criminal en primera instancia por los días de su vida, y de un hijo o heredero, y pueda poner alcaldes ordinarios, regidores y otros oficiales del Concejo del mismo pueblo".
A fines del siglo XVI (1594), se estableció por ley una nueva forma de proveer los cargos, según la cual:
"...los oficios de regidores no se provean por elecciones ni suertes, sino que se rematen en pública almoneda, prefiriendo a los descubridores y pobladores y sus descendientes, Que los regimientos de las ciudades en ninguna forma se rematen en personas que no tengan las partes y calidades que se requieren, poniendo mayor atención a la suficiencia que al precio".
Con la adopción de este sistema, los cargos del Cabildo no se elegían sino se vendían en subasta, y sólo podían comprarlos los descendientes de los primeros pobladores, es decir, los criollos. En esa forma, el Cabildo perdió todo carácter popular y democrático y se convirtió en un organismo dominado por la oligarquía criolla.
Composición del Cabildo Colonial

A fines del período colonial, los Cabildos estaban constituidos por regidores, alcaldes ordinarios, alférez real alguacil mayor, fiel ejecutor, procurador, escribano, mayordomo, depositarlo y el personal subalterno.
Los regidores ejercían el gobierno de la ciudad; eran como lo dice su nombre, quienes regían y controlaban la vida municipal. EI número de regidores del Cabildo variaba de acuerdo con la importancia de la población. En las ciudades capitales de provincia, el Cabildo se componía generalmente de 12 regidores. El de la ciudad de Caracas llegó a tener 16 regidores. En las ciudades del interior el Cabildo contaba con seis u ocho regidores. En las villas se componía de cuatro. Desde fines del siglo XVI, el gobierno español dispuso que los cargos de regidores fueran vendible y renunciables.
Los alcaldes ordinarios eran dos funcionarios elegidos por los regidores el primero de enero de cada año. Esta elección debía hacerse entre los vecinos y naturales de la ciudad, y además, como en el caso de los regidores, preferir a los primeros pobladores y sus descendientes.
Los alcaldes ordinarios dirigían la vida de la ciudad, presidían el Cabildo y eran la primera autoridad municipal. Su atribución más importante era administrar justicia en primera instancia en lo civil y criminal. Los alcaldes ordinarios tuvieron también la facultad de ejercer el gobierno interinamente en caso de muerte o ausencia del gobernador de la provincia.
El alférez real era un funcionario con voz y voto en el Cabildo, con derecho a suplir a los alcaldes ordinarios en caso de muerte o ausencia. Estaba encargado de llevar el pendón real en las ceremonias públicas y tenía el mando de las milicias del Cabildo. Era oficio vendible.
El alguacil mayor, funcionario encargado de hacer cumplir los acuerdos del Cabildo, perseguir los juegos prohibidos, practicar detenciones, hacer la ronda de la ciudad, etc. Podía entrar con armas al Cabildo. Su cargo era también vendible.
El fiel ejecutor, funcionario encargado de los abastos de la ciudad, fijar los precios al detal, controlar las pesas y medidas, y todo lo relativo al aseo y ornato de la población.
El procurador era el representante legal del municipio, elegido por los regidores. El procurador debía intervenir en todos los casos de venta, composición y repartimiento de tierras y solares.
El escribano se encargaba de llevar el libro de acuerdos del Cabildo y el libro de asiento de los depósitos que se hicieran: el depositario, nombrado por el Cabildo, tenía a su cargo la custodia de los bienes en litigio.
Atribuciones

Las atribuciones del Cabildo colonial eran de tres tipos: judiciales, administrativas y políticas. Las judiciales -administrar justicia en primera instancia- las ejercía el Cabildo por medio de los alcaldes ordinarios. (Alcalde es palabra de origen árabe, que significa juez).
Las atribuciones administrativas consistían en: administrar los ejidos de la ciudad, repartir tierras y solares entre los vecinos, cuidar del abastecimiento de la población, de su aseo y ornato, de los precios, pesas y medidas. Estas funciones las cumplía el Cabildo por medio de sus regidores, alférez real, alguacil, procurador y demás funcionarios municipales.
Las atribuciones políticas fueron:
a) El privilegio de que sus alcaldes ejercieran el gobierno interinamente por muerte o ausencia temporal del gobernador.
b) La prerrogativa de reunirse en Congreso o Junta de Municipalidades, para discutir y resolver cuestiones importantes de su jurisdicción.
c) El derecho de enviar procuradores a suplicar al Rey ciertas medidas favorables a la colonia.
d) Suspender el cumplimiento de órdenes llegadas de España cuando las consideraran perjudiciales a los usos y costumbres o que pudieran alterar el orden público. En estos casos, el Cabildo apelaba directamente al Rey para solicitar la suspensión o modificación de estas órdenes.
El ejercicio del gobierno interino por los Alcaldes Ordinarios
Los Alcaldes Ordinarios gozaron de la prerrogativa de gobernar interinamente en caso de muerte o ausencia temporal del gobernador de la provincia. Este privilegio les estaba conferido en las Leyes de Indias, en una de las cuales se dice al respecto:
"Si muriese el gobernador quedan interinos por gobernadores los alcaldes ordinarios".
En la provincia de Venezuela, este derecho a gobernar interinamente lo ejercieron los Alcaldes Ordinarios por más de ciento cincuenta años, y su evolución fue así:
1) En 1557, el gobernador de la provincia de Venezuela, Alonso Arias de Villacinda, dispuso en su testamento que a su muerte, gobernaran interinamente los Alcaldes Ordinarios, cada uno en su jurisdicción.
2) En 1560, una Junta de Municipalidades de la provincia de Venezuela, reunida en Barquisimeto, envió como Procurador ante la Corte a Sancho Briceño, a solicitar del Rey la confirmación del privilegio concedido en el testamento del gobernador Arias de Villacinda. El Rey Felipe II confirmó el privilegio en real cédula del mismo año de 1560.
A partir de entonces, cada vez que ocurría alguna vacante en la gobernación de la provincia, los alcaldes asumían el gobierno en su respectiva ciudad. Esta real cédula de 1560, dice al respecto:
"El Rey. Por cuarto Sancho Briceño, en nombre de las ciudades y villas de la provincia de Venezuela, me ha hecho relación que muchas veces acaece estar la dicha provincia sin Gobernador, por fallecer los que eran por previsión nuestra durante el término de su Gobernación... a cuya causa padecían detrimento y estaban sin justicia los vecinos y naturales de aquella tierra... me suplicó que mandase cuando acaeciese caso semejante de morir el Gobernador...antes de Nos haber proveído otro en su lugar, gobernasen los Alcaldes Ordinarios, cada uno en su jurisdicción...é yo, acatando lo susodicho, helo habido por bien...por ende, por la presente declaramos y mandamos que cada é cuando acaeciera muerte de nuestro Gobernador de dicha provincia, antes de Nos haber proveído otro en su lugar, gobiernen en cada una de las ciudades y villas de ella, los Alcaldes Ordinarios que en tales pueblos hubiere ..."
3) En 1676, el Cabildo de Caracas pidió al Rey que autorizara a sus alcaldes ordinarios para que ejercieran interinamente el gobierno en toda la provincia. Es decir, que los Cabildos de la ciudades y villas del interior, quedaran en tales casos bajo su autoridad. Para justificar su petición, el Cabildo de Caracas alegaba que sus alcaldes ordinarios "eran individuos de mucha calidad y que en las otras ciudades y villas de la provincia tenían escaso número de vecinos y en algunas eran mulatos los alcaldes". El Rey accedió a la solicitud y por real cédula del mismo, año, autorizó a los alcaldes ordinarios de Caracas para que ejercieran el gobierno en toda la provincia cada vez que ocurriera ausencia del gobernador. Es decir, en 1676, el Rey de España consagró la hegemonía del Cabildo de Caracas sobre los otros Cabildos de la provincia, concediendo a sus Alcaldes Ordinarios el derecho de gobernar interinamente toda la provincia.
Esta Real Cédula dice al respecto lo siguiente:
"El Rey. Por cuanto don Fray Antonio González de Acuña, Obispo de la Iglesia Catedral de Caracas, el Cabildo Eclesiástico y la ciudad de Caracas...han dado cuenta de que por muerte del Gobernador de aquella provincia quedaban gobernando los Alcaldes Ordinarios y dicen es; muy necesario que se mande que los que fueren de la ciudad de Caracas tengan la superintendencia en toda la gobernación por ser sujetos de mucha calidad y las otras ciudades del gobierno son las más unas cortas aldeas, y en unas son mulatos los Alcaldes y en otras no hay capitulares... por lo cual convendría mandar que los Alcaldes Ordinarios de Caracas tengan en lo político y militar la superintendencia sobre todos los otros de las demás ciudades... Y habiéndose visto en mí Consejo de Las Indias.. he tenido por bien dar la presente, por la cual declaro que en los casos que hubiere vacante de Gobernador en la Provincia... los Alcaldes de la ciudad de Caracas ejerzan la jurisdicción absoluta en lo político y militar en todo la provincia y ciudades de ella, como la ejercen en su ciudad los Alcaldes de las demás...
4) En 1736, el Rey anuló el privilegio concedido a los Alcaldes Ordinarios de Caracas de gobernar interinamente la provincia, por considerarlo "nocivo y perjudicial". A partir de entonces, cuando ocurría ausencia temporal del gobernador, lo suplía un nuevo funcionario nombrado al efecto con el título de Teniente de Gobernador.
Predominio de los criollos en la composición del Cabildo
El Cabildo colonial en los primeros tiempos fue una institución democrática cuyos miembros eran elegidos libremente por los vecinos de la ciudad. Pero este carácter democrático se perdió cuando se pusieron en práctica ciertas disposiciones que favorecieron su control por parte de los grandes propietarios territoriales. El Cabildo pasó a ser entonces un organismo oligárquico, que representaba los intereses de un grupo reducido de familias acomodadas que se convirtieron en una verdadera oligarquía municipal.
Tales disposiciones fueron:
a) Para ejercer los cargos de regidores y alcaldes ordinarios se debía preferir a los conquistadores y primeros pobladores y sus descendientes. Esta preferencia favorecía a los criollos por ser ellos los descendientes de los primeros pobladores.

b) Los oficios de regidores, alférez real y alguacil mayor eran vendibles y se remataban en subasta pública. Se disponía, además, que estos cargos "en ninguna forma se rematen en personas que no tengan las partes y calidades que se requieren". Esta disposición favorecía igualmente a los criollos, por ser la clase social que podía disponer de dinero para comprar los cargos y porque estos oficios les permitía figurar en la dirección de los negocios municipales. Eran cargos sin remuneración, honoríficos más bien, que difícilmente podían caer en, manos de los pardos, quienes carecían de dinero para comprarlos y no gozaban de rentas como para ejercerlos sin sueldo. De igual manera esta disposición excluía a los pardos del Cabildo pues no tenían "las calidades" que exigía la ley, es decir, no eran blancos, descendientes de los primeros pobladores de la ciudad.
c) No podían desempeñar cargos del cabildo quienes ejercían "oficios viles", es decir, quienes fueran comerciantes al detal, artesanos o labriegos. Con esta disposición se descalificaba definitivamente a los pardos, pues eran ellos quienes se dedicaban a tales actividades económicas, consideradas denigrantes por los criollos.

La aplicación de estas normas trajo como consecuencia el predominio de los criollos en la composición del Cabildo y definió su papel político y social en las luchas de la colonia. El Cabildo se convirtió en un organismo al servicio de los interesa de la oligarquía criolla. Se transformó en una institución oligárquica, "en manos de un número limitado de familias poderosas". El Cabildo colonial no tuvo, pues, un carácter popular en el sentido que esa palabra tiene en nuestros días, sino que, por el contrario, su actuación estuvo siempre en favor del grupo social predominante. Los criollos hicieron del Cabildo un organismo de lucha y lo utilizaron tanto para defender sus interesa políticos y económicos como para preservar sus privilegios sociales y oponerse a las aspiraciones igualitarias de los pardos.

Descubrimiento de Venezuela

(Jueves, 3 de Agosto de 1498)
Con tres carabelas, Castilla, Correo y Vachina, descubre Cristóbal Colón el 3 de agosto de 1498 la tierra firme venezolana, por la costa de Paria, a la que llamó «Tierra de Gracia». Era jueves. El río Orinoco se le asomó en su hermosa plenitud al deslumbrado Almirante. En su diario escribió que había sentido aquel inmenso mar de agua dulce "...con un rugir muy grande...que hoy en día tengo miedo en el cuerpo..."
Consignamos esta fecha, aunque es probable que la Historia tenga que rectificarla, ya que está casi demostrado que Colón llegó a las costas de Venezuela en 1494 y no en 1498, pero él mismo ocultó este descubrimiento.

viernes, 2 de agosto de 2013

Nace Rómulo Gallegos

(Sábado, 2 de Agosto de 1884)
Nace Rómulo Gallegos
Maestro, novelista, ensayista, cuentista, dramaturgo, periodista, Nació en Caracas el 2 de agosto de 1884. Estudió en el Colegio "Sucre" y realizó estudios universitarios en Filosofía, Literatura y Matemáticas.
Más tarde, dirigió el Liceo Federal de Barcelona (Venezuela), la Escuela Normal de Caracas y el Liceo "Andrés Bello" de la capital venezolana.
Después de abandonar sus estudios de Derecho, se inicia en el periodismo y la literatura en 1909, cuando funda en unión de varios intelectuales la revista La Alborada, sus inquietudes literarias afloran incipientes. En 1913 publica su primer libro de cuentos: Los Aventureros.
En este mismo año escribe también su primera novela titulada El último solar, pero no la publica sino en 1920; cuando publicó La Trepadora (1925), el novelista de la tierra natal y el político liberal de oposición ya iban de la mano, diez años más tarde aparece con el nombre de Reinaldo Solar, título definitivo.
Es electo Senador por el Estado Apure, pero Gallegos decide no concurrir al Congreso y renuncia desde Nueva York el 24 de junio de 1931, dimitió como acto de protesta contra la dictadura del General Juan Vicente Gómez. Permaneció en España de 1932 a 1935. En este período fue publicada su obra cumbre: Doña Bárbara (1929), que es saludada con aplausos por la crítica general, es un libro que coloca como protagonista a la naturaleza misma, expresada en el indómito paisaje de los llanos venezolanos. Luego va a seguir su incansable producción: Cantaclaro (1934); Pobre Negro (1937); Sobre la misma tierra (1943); La brizna de paja en el viento (1952).
Durante la Presidencia del General López Contreras fue Ministro de Educación, en 1936. Entre 1937 y 1940 es Diputado al Congreso Nacional por el Distrito Federal. En 1941 habiendo sido electo Concejal por elección popular, ejerce la Presidencia del Ayuntamiento. Al fundarse el Partido Acción Democrática, Gallegos es elevado a la Presidencia de ese Partido hasta 1948, en que asume la Presidencia de la República tras haber ganado las elecciones por amplia mayoría. El período de Gallegos que debía durar hasta 1952, se redujo a sólo unos meses, ya que fue derrocado por un golpe militar el 24 de noviembre de 1948. Vivió en Cuba y en México hasta su regreso, en 1958.
Gallegos escribió también cuentos y dramas, e hizo cine. Fue Premio Nacional de Literatura. La Academia Venezolana de la Lengua lo eligió miembro, pero no se recibió. Murió en Caracas, el 5 de abril de 1969 pero su obra continúa siendo hoy en día, un punto de referencia sobre Venezuela y el mundo iberoamericano.
Bibliografía
Novelas:
- Los Aventureros (1913)
- Los lnmigrantes (1913)
- Reinaldo Solar(1920)
- Doña Bárbara (1929)
Obras:
- Cantaclaro(1934)
- Canaima (1935)
- Pobre Negro (1937)
- El Forastero (1942)
- Sobre la misma tierra (1943)
- La Brizna de paja en el viento (1952)
- Una posición en la vida (1954)
- El Ultimo Patriota (1957)
Cuentos:
- La rebelión y otros cuentos (1922)
- Cuentos Venezolanos
Drama:
- El milagro del año (1911)
Doña Bárbara
Esta novela, la obra maestra de Rómulo Gallegos, constituye un estudio psicológico de los habitantes de los llanos venezolanos. El paisaje, por su importancia en el desenvolvimiento de los conflictos humanos, toma carácter de protagonista.
Hay un equilibrio entre el drama interior de los personajes y la acción. Como el drama personal es muy intenso, a veces sustituye a la acción. Ejemplo claro de esto es el predominio de la introspección en algunos pasajes de la obra.
Por su carácter, puede decirse que es una novela realista, en el sentido de que hay en ella una observación profunda del mundo, hay una marcada descripción, procedimiento éste afín a los escritores del realismo; tiene una intención más allá de lo literario, es decir, un fin social y sus personajes no se mueven sólo por su propia voluntad, sino que están condicionados por el medio. Su sustancia, es el paisaje de los llanos de Apure.
Algunos críticos observan que el llano enloquece al igual que la monotonía de la selva; otros en cambio dicen que su función no es igual a la de la selva, sino que es sólo el marco en que se desarrollan las luchas de los hombres entre sí.
Los Personajes
Los personajes también tienen un carácter simbólico:
Santos Luzardo, representa a la civilización, el progreso. Doña Bárbara es el atraso y la crueldad. El conflicto está planteado en términos de civilización contra barbarie, y se resuelve con la desaparición de Doña Bárbara.
Santos Luzardo es un llanero adelantado, abogado graduado en la Universidad Central de Venezuela. Su meta es el bien, no obstante lo cual, ciertos impulsos de su alma lo hacen cambiar momentáneamente en sus decisiones. Es un personaje de variabilidad en el ámbito psicológico.
Doña Bárbara es su antítesis. Encarna fuerzas primitivas, es arbitraria y violenta, sin embargo, en su espíritu se remueven oscuras corrientes sentimentales. Su ternura escondida aflora frente a Santos Luzardo. Su misterio y su forma de ser contradictoria reflejan las características del medio en que se desenvuelven.
Marisela representa un terreno propicio para la obra del progreso.
Mister Danger es antipático, cómplice de manejos turbios. En su actitud se sintetizaba el desprecio con que muchos extranjeros miraban al venezolano.
Ño Pernalete y su inefable secretario "Mujiquita" reflejan la tragedia política del país y el atraso de la sociedad, que es proporcional a los que la dirigen.
Juan Primito es un personaje que representa la superstición.
La originalidad de la novela regional frente a la novela europea es haber rescatado para la literatura el ámbito de América. Este hecho contribuyó a una revalorización de lo americano. En eso va el deseo implícito de elevar al habitante de esta región del mundo a un plano universal, sin desnaturalizarlo. Hay en esta novela, la actualización de un conflicto frecuente en la literatura hispanoamericana desde la época de la colonia, como es la denodada lucha del hombre con la naturaleza.
PREMIO INTERNACIONAL DE NOVELA "ROMULO GALLEGOS"
Premio Internacional de Novela "Rómulo Gallegos", creado en 1964, está considerado como uno de los reconocimientos literarios de mayor prestigio del continente.
El Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos, mejor conocido como El CELARG tiene una breve reseña acerca del origen del premio.
El Premio de Novela Rómulo Gallegos es uno de los más prestigiosos que existen en habla hispana y es el que tiene mayor importancia y relieve en Venezuela. La mayoría de sus ganadores han sido y son escritores claves en el ambiente de la literatura actual.
Los integrantes de llamado boom latinoamericano vieron fortalecidas sus aspiraciones con este galardón, que además de llevar el nombre del más destacado novelista venezolano, se prestigia aún mas debido a la minuciosa escogencia del jurado.
Ha habido casos muy interesantes en la historia de este premio, como el caso de Gabriel García Márquez, el más exitoso y leído de todos los autores de América Latina. García Márquez vivió y trabajó varios años en Venezuela, donde ejerció el periodismo y escribió algunas de sus obras. Muchas de las historias que han enriquecido su novelística y sus relatos fueron obtenidos en su vivencia venezolana. Lo mismo ocurrió con Manuel Mejía Vallejo, el autor colombiano que ganó con "La casa de las dos Palmas": él trabajó en Venezuela como reportero y fue ganador del concurso de cuentos de El Nacional.
Hacia finales de los años cincuenta, Rómulo Gallegos fue mencionado como candidato al Nobel de Literatura y en ese entonces ganó el autor norteamericano William Faulkner. Gabriel García Márquez era un reportero que además tenía una columna muy leída en Colombia y aquel joven periodista fue uno de los más apasionados hinchas de Gallegos. Posteriormente se convirtió en un lector de William Faulkner.

José Angel Lamas

(Miércoles, 2 de Agosto de 1775)
José Angel Lamas
José Angel Lamas nació en Caracas el 2 de agosto de 1775. Músico y compositor, principal representante del clasicismo de nuestro país. Es el autor de la inmortal pieza Popule Meus, la más importante de todo el período provincial.Es la más conocida universalmente. Compuesta en 1801 para ser estrenada expresamente en la catedral de Caracas.
Fue alumno de Juan Manuel Olivares y protegido del padre Sojo. Miembro de la llamada Escuela de Chacao, demostró desde muy joven talento musical. En 1789 figuraba como tiple (Chirimía) de la catedral caraqueña, y desde 1796 hasta la fecha de su muerte fue el bajonista titular.
Aunque vivió el ambiente desastroso de la guerra independentista, nunca demostró interés por la política ni se dejó arrollar por el torbellino revolucionario. Por el contrario, se dedicó por entero a la música, especialmente a la religiosa. Otras obras suyas son: En Premio a tus Virtudes; Sepulto Domino; Ave Maris Stella; Misa en re, Benedicta et Venerabilis, etc.
José Angel Lamas murió a los 39 años de edad, el 10 de diciembre de 1814. Fue enterrado en el templo de San Pablo, que luego fue derrumbado por Antonio Guzmán Blanco para construir el Teatro Municipal. Sus huesos nunca fueron hallados.
CHIRIMIA
Nombre con el que se designa a un instrumento de viento madera antepasado del oboe actual. Consta de 9 o 10 agujeros y es de doble caña y sección cónica. También existen chirimías con lengüeta sencilla y cilíndrica. Se fabrican en distintos tamaños según sea tiple, tenor o bajón (el grave de la familia). Se utilizaba tanto para doblar el canto en las iglesias como para los bailes, alboradas o marchas procesionales.
Es un instrumento medieval muy utilizado en España, México y otros países de Latinoamérica. En algunos de estos países como Guatemala, Nicaragua, Costa Rica o El Salvador, solían reunirse en grupos de hasta ocho, a veces acompañadas de tambores, para participar en los grandes acontecimientos, corrida de toros, bailes y fiestas. Su sonido contiene elementos de la estructura microtonal de la música árabe. También se conocen con este nombre ciertos instrumentos de origen primitivo construidos con uno, dos o tres tubos.

miércoles, 31 de julio de 2013

La Historia Oculta: General José Antonio Velutini… La Rotunda, Caracas



Rafael Simón Jimenéz

rafaelsimonjimenez@hotmail.com

La decadencia del Partido Liberal Amarillo, predominante en la conducción del poder en Venezuela desde mediados delHistoria b siglo XIX, marchó de la mano del desinterés de su máximo caudillo y conductor Antonio Guzmán Blanco, por los asuntos patrios, de los cuales se fue distanciando y desentendiendo, hasta tomar la decisión de dejar inconcluso su último periodo presidencial, y ausentarse definitivamente, para residenciarse en el París que lo había cautivado desde su primera visita y que se convertiría en el refugio escogido, hasta su muerte.
En 1887, luego de meses de retardar su viaje para encargarse de la Presidencia, entonces sometida a un periodo de ejercicio de dos años, que el propio Guzmán, había impuesto al calco fiel del modelo suizo, con la idea de que sus sucesores le cuidaran el puesto, mientras disfrutaba del reparador descanso parisino, el caudillo liberal decide luego de pocos meses de ejercicio del mando retornar a la ciudad luz. Deja encargado de la primera magistratura al general valenciano Hermógenes López, a quien sus enemigos habían bautizado con el mote de la “marrana de Naguanagua”.
Antes Guzmán había sellado la ruptura con el más decidido y fiel de sus soldados, el general Joaquín Crespo, quien le había dado una demostración incontrovertible de lealtad al entregarle sin contratiempos la Presidencia, luego de ejercerla durante el bienio 1884-1886, pensando que la rotación entre los dos, volvería a ejercitarse una vez que el ilustre americano, vencido su corto periodo, de nuevo lo escogería como sucesor. Sin embargo Antonio Guzmán Blanco tiene otros planes y ante la insinuación de Crespo de sucederlo de nuevo, la rechaza de plano señalándole que la historia no les perdonaría una alternabilidad a lo Páez y Soublette, lo que decidirá el destino de la relación entre los dos jefes liberales que se distancian para siempre.
En la escogencia de su sucesor, Guzmán desconcertará a los caudillos militares de su partido, cuando se inclina por un civil, el Dr. Juan Pablo Rojas Paul, hombre de variados y meritorios desempeños en las administraciones liberales, seguramente privó en la decisión del mandatario, el criterio de que no siendo militar Rojas Paul difícilmente podría prescindir de su tutela si quería gobernar aquel país de chafarotes y hombres de presa. Frente a la decisión de Guzmán, Crespo opta por marcharse del país, realizando en principio un periplo por varias ciudades europeas y luego fijando su residencia en la vecina isla de Trinidad, desde donde se dedica a organizar una conspiración para invadir a Venezuela y confrontar al nuevo Presidente.
Rojas Paul, carente de mando o destrezas castrenses, apela a su curtida experiencia de político, para tratar de enfrentar con maniobras a los factores que se le oponen y entre ellos al verdaderamente temible Crespo, quien desde la cercana isla acopia armas, vituallas y agrupa a sus fieles dispuesto a seguirlo en sus planes de apersonarse en territorio venezolano. En efecto acompañado de un alto mando donde figuran el general José Antonio Velutini, el Dr. Juan Francisco Castillo, El general Ramón Guerra, y con un costoso y variado arsenal adquirido en Bélgica, el general Crespo abre operaciones sobre las costas venezolanas a bordo de una de sus goletas denominada “Ana Jacinta”, a pesar de lo bravío y prestigioso de Crespo, entre sus propios hombres de confianza no existe convicción en la victoria, la mayoría lo acompañan apostando al futuro, es tan poca la esperanza en la victoria, que al momento de abordar la nave invasora el general Velutini uno de los jefes de la expedición, le coloca su maleta como identificación un letrero visible donde señalaba su destino “general José Antonio Velutini, La Rotunda Caracas…”.
Y en efecto, ese sería su destino final, luego de ser abordada la embarcación invasora por naves de guerra del Gobierno venezolano, todos los jefes encabezados por el propio Crespo, son conducidos a la terrible prisión, que inesperadamente cambia de rostro para ellos, ya que Rojas Paul, quien conoce lo peligroso de Crespo y además quiere ya zafarse de la tutela de Guzmán Blanco, da orden a los jefes carcelarios para dotar a la ergástula de mobiliario, utensilios y demás comodidades convirtiéndola de hecho en un alojamiento de lujo para los derrotados crespistas. El propio presidente de la Republica se dirige al terrible recinto carcelario, desdoblado en cómodo aposento, para conversar con el jefe invasor y negociar con este un pacto que incluía la compra del parque confiscado y medidas de amnistía para todos los prisioneros.
El acuerdo entre Rojas Paul y Guzmán, será conocido como el “pacto de la Rotunda”, e implicará el compromiso del caudillo guariqueño de renunciar a su empeño en derrocar al gobierno de Rojas, a cambio de su salida del país, y de una indemnización por los costos de su intentona, detrás de todo estaba el interés de ambos de poner término a la larga influencia de Guzmán en la vida nacional. Jamás una aplastante derrota, había cobrado los dividendos de la más categórica de las victorias.