viernes, 30 de mayo de 2014

Angostura es Ciudad Bolívar

(Sábado, 30 de Mayo de 1846)
El 30 de mayo de 1846, durante la Presidencia del General Carlos Soublette, Angostura recibe el nombre de Ciudad Bolívar, en honor al Libertador. Las autoridades y el pueblo de Angostura habían expresado este deseo desde 1843, cuando se dirigieron al Congreso Nacional solicitando un pronunciamiento al respecto. El decreto del Presidente Soublette tuvo vigencia a partir del 24 de junio de este año.

jueves, 29 de mayo de 2014

Diego Ibarra

(Sábado, 29 de Mayo de 1852)
Diego Ibarra
Diego Ibarra nace en Guacara (Edo. Carabobo) en el año 1798 y muere en Caracas el 29 de mayo de 1852.
Oficial del Ejército de Venezuela en la Guerra de Independencia. Político. Hijo de Vicente Ibarra y de Ana Teresa Toro. Hermano del general Andrés Ibarra. Sobrino de Francisco Rodríguez del Toro (marqués del Toro). Casó con Mercedes Mutis. A los 15 años de edad (1813), se desempeña como edecán del coronel Ramón García de Sena. Participa en la batalla de Cerritos Blancos, cerca de Barquisimeto (13 septiembre) y Araure (5 diciembre). En 1814 asiste al sitio de Barinas, combate en San Mateo (febrero y marzo) El Arao, (16 abril), en la primera batalla de Carabobo (28 mayo) y en la segunda de La Puerta (15 junio). Figura entre los defensores de Cartagena de Indias (1815). Emigra a Jamaica. Se incorpora a la Expedición de Los Cayos (1816) ya como teniente y edecán de Simón Bolívar. Con el grado de capitán (1817), combate en Clarines (9 enero). Es de los defensores de la Casa Fuerte de Barcelona (7 abril) y de los sitiadores de Angostura. En la Campaña del Centro (1818) participa en las acciones de Calabozo, El Sombrero, Semén, Ortiz y el Rincón de los Toros. Siempre como edecán de Bolívar y con el grado de segundo comandante, realiza la campaña libertadora de Nueva Granada (1819), y se distingue en las batallas de Pantano de Vargas (25 julio) y Boyacá (7 agosto). En Boyacá obtiene su ascenso a primer comandante y la estrella de la orden de los Libertadores. Teniente coronel desde 1820, participa al año siguiente en la Campaña de Carabobo, por lo cual recibe el ascenso a coronel. Destinado al sur de Colombia (1822), bajo las órdenes del general Antonio José de Sucre combate en Riobamba y Pichincha (24 mayo), batallas decisivas para la libertad del Ecuador. De nuevo al lado del general Sucre participa en la pacificación de la provincia de Pasto (diciembre 1822).
Bolívar lo envía a Venezuela en 1823 con el encargo de formar un cuerpo de reserva de 4.000 hombres, destinado a reforzar el Ejército Libertador del Perú; cumple esta misión, pero un accidente sufrido al caer de un caballo le impide acompañar al contingente que marcha hacia el sur. Permanece en Venezuela, donde en 1825 se desempeña como comandante militar de La Guaira. El Gobierno peruano reconoce su actuación al ascenderlo en ausencia al grado de general de brigada del Ejército del Perú el 1° de septiembre de 1826. Entre tanto, a mediados de ese mismo año, Ibarra y Diego Bautista Urbaneja habían salido de Caracas hacia Lima para informar al Libertador de la situación de Venezuela después del estallido inicial de La Cosiata; pero mientras ellos iban por mar a Guayaquil, el Libertador ya viajaba por tierra desde esa ciudad a Bogotá. Ibarra regresa a Venezuela, donde el jefe civil y militar del departamento, general José Antonio Páez, lo eleva al rango de general de brigada del Ejército de Colombia, nombramiento ratificado por el Libertador presidente el 5 de enero de 1827. Se encarga ese mismo año del mando provisional de la provincia de Caracas, y el 1 de julio de la Comandancia de Armas de Puerto Cabello. A principios de 1829, viaja a Bogotá, y vuelve a Venezuela. La reacción antibolivariana y la acción separatista lo obligan al ostracismo voluntario y se refugia en Curazao. Regresa a Venezuela en 1833 y se reincorpora a los cuadros del ejército. Es uno de los 13 oficiales superiores que el 8 de julio de 1835 deponen a José María Vargas de la presidencia de la República y lo envían al exilio. Su participación en la Revolución de las Reformas lo lleva a ser destituido de sus grados militares y desterrado. Por decreto legislativo del 21 de febrero de 1845 es rehabilitado en sus grados y títulos, pensiones, goces y condecoraciones. De nuevo en el país, conjuntamente con Antonio Leocadio Guzmán y Tomás Lander, es uno de los miembros del Partido Liberal. Con el presidente general José Tadeo Monagas realiza la campaña pacificadora de 1848, lo cual le vale el ascenso, en marzo de 1849, al grado de general de división. Al año siguiente (noviembre 1850) solicita y le son concedidas, sus letras de inválido. Sus restos reposan en el Panteón Nacional desde el 20 de octubre de 1876.
BIBLIOGRAFÍA: BOZA MÜLLER, HERMES. Diego Ibarra: semblanza biográfica. Mariara: Ediciones de la Alcaldía del Municipio Diego Ibarra, 1993; MORALES MARCANO, JESÚS MARÍA. Biografía del general Diego Ibarra primer edecán del Libertador Simón Bolívar. Caracas: Imprenta de La Concordia, 1873.

miércoles, 28 de mayo de 2014

Primera Batalla de Carabobo

(Sábado, 28 de Mayo de 1814)
Al mando de unos cinco mil soldados, y con jefes de la talla de Urdaneta, que mandaba la primera fila, Ribas, Mariño, Bermúdez, Jacinto Lara, etc... Bolívar vence a Juan Manuel Cagigal en la primera Batalla de Carabobo, el 28 de mayo de 1814. El ejército realista contaba con 6.000 hombres, y el ejército patriota era menos de 5.000 hombres.
Juan Manuel Cagigal llega a San Carlos y auxilia al ejército realista de Ceballos, y al verse vencidos Cagigal huye hacia el Apure y Ceballos a Occidente.
Rafael María Baralt, al referirse a esta inolvidable acción, dice: «Hasta entonces, en ningún campo de batalla venezolano se había reunido ni tanto número de soldados ni tan expertos jefes ... »

Nace Juan Vicente González

(Lunes, 28 de Mayo de 1810)
Nace Juan Vivente González
El 1º de octubre de 1866 muere en Caracas, su ciudad natal, el licenciado Juan Vicente González.
El 28 de mayo de 1810 nace en Caracas, hijo expósito, Juan Vicente González, gran escritor, periodista, maestro y político de fuste. Hizo sus primeros estudios con el eminente sacerdote José Alberto Espinoza; luego ingresó a la Universidad y se graduó de Licenciado en Humanidades.
Estudió latín, filosofía, literatura y gramática. Periodista más combativo y fogoso, ponía tal pasión en cada frase, que hacía temblar al enemigo cuando fustigaba y esclarecía a aquella persona que alababa. Desde las tribunas del diario que fundó, El Heraldo, ataca a cuantos se desvían de las ideas civilistas.
Funda en 1846 el Diario de la Tarde, para combatir la candidatura presidencial de Antonio Leocadio Guzmán. Con miras a su sostenimiento económico, funda el colegio «El Salvador del Mundo», en 1849. Como escritor y poeta fue un romántico. Si en las Catilinarias destilaba el fuego político, en las Mesenianas desbordaban los sentimientos de su corazón. En estos pequeños poemas en prosa, el gran escritor Juan Vicente González describe con profunda tristeza sus impresiones de la Venezuela que tanto conoció y amó.
El título de Mesenianas está tomado de las elegías que sobre Mesania, una región de Grecia, escribieron el abate francés Barthélemy y el poeta, también francés, Casimir Delavigne. Las elegías que integran la obra tratan de muy diversos temas, pero todas tienen en común la preocupación por lo venezolano, la exaltación de los valores patrios y el culto a los héroes; además, todas muestran la profunda tristeza con que el autor fue testigo de los conflictos que, en los últimos años de su vida, desgarraban a su patria. Juan Vicente González, el hombre que habla atacado tan furiosamente a sus enemigos en sus escritos, el apasionado periodista que utilizaba los peores insultos, narra con ternura y gran elevación poética la muerte de Andrés Bello o escribe, con semejantes características, la oración fúnebre de otro gran venezolano: el polifacético Fermín Toro.
Escribió la biografía de José Félix Ribas, un texto de gramática, uno de Historia de Venezuela y el de Historia Universal, que lo escribió estando preso, sin más recurso que su prodigiosa memoria. Esta vida apasionada de Juan Vicente González se apagó el 1º de octubre de 1866.

El Prócer Jacinto Lara

(Jueves, 28 de Mayo de 1778)
El Prócer Jacinto Lara
El 28 de mayo de 1778 nació en Carora, estado Lara, el prócer Jacinto Lara, quien da su nombre a su estado natal. Empieza sus servicios a la patria desde 1810, cuando es nombrado comandante de las milicias de Araure y Ospino. Estuvo bajo las órdenes de Miranda en la campaña de 1811 y luego sirvió al lado de Bolívar desde 1813, en casi todas las batallas por la independencia. Estuvo en la defensa de Valencia, lo mismo que en el sitio de San Carlos y en la primera batalla de Carabobo.
Luchando hombro a hombro con José Antonio Páez, estuvo en El Yagual y en Mucuritas; fue ascendido a Coronel en 1817. Se vio envuelto en el lamentable episodio que culminó con el degüello de 22 capuchinos catalanes de las Misiones del Caroní. Ascendido a General de Brigada, siguió a Sucre en la campaña del Sur.
Peleó en la batalla de Junín y se convirtió en héroe cuando salvó en Corpahuaico los batallones Rifles, Vencedor y Vargas; en Ayacucho es ascendido a General de División. En 1821 fue Gobernador de Santa Marta y Cartagena, y en 1825 está en el Perú como Comandante General de Cuzco, Arequipa y Ayacucho.
Fiel al Libertador, sólo sirvió a las armas mientras Bolívar vivió. Dividida Colombia, apenas aceptó la Gobernación de su provincia natal (1843-1847). Murió en Barquisimeto el 25 de febrero de 1859. Sus restos se conservan en el Panteón Nacional.

martes, 27 de mayo de 2014

El paso de los Andes

(Jueves, 27 de Mayo de 1819)
El 27 de mayo de 1819 inicia El Libertador, desde Mantecal, la marcha para liberar Nueva Granada. Esta campaña, que impuso el famoso paso de los Andes, duró setenta y cinco días «con asombro universal». La culminación de esta hazaña fue la batalla de Boyacá que dio la libertad a la Nueva Granada.
En sorprendente y osado movimiento estratégico, el ejército patriota, disciplinado por oficiales extranjeros y reforzado con numerosos reclutas, cruzó los Andes e inicio la campaña de Nueva Granada.
Los meses transcurridos en la Guayana permitieron al ejército patriota reorganizarse, disciplinarse, incorporar numerosos oficiales ingleses, irlandeses, franceses y de otras nacionalidades europeas y adiestrar a los reclusos que acudieron de todas las provincias.
Morillo, que había sufrido algunas derrotas menores, seguía aún dominando casi todo el territorio. Mientras la caballería republicana permanecía en los Llanos, la infantería partió el 27 de mayo de 1819 de Mantecal hacia los Andes. A costa de increíbles sacrificios y esfuerzos, atravesó el páramo de Pisba, donde muchos soldados murieron de frío, sostuvo con éxito los combates de Gámeza y Pantano de Vargas y, el 7 de agosto dio la batalla definitiva de Boyacá, donde cayeron prisioneros el jefe y más de 1.500 soldados realistas. Ante el avance patriota, el Virrey Juan Sámano abandonó Bogotá, que fue ocupada por Bolívar.
Francisco de Paula Santander fue designado vicepresidente de Nueva Granada y El Libertador volvió a Venezuela al siguiente mes.
EL PASO DE LOS ANDES
(Tomado De Las Aventuras De Simón Bolívar Del Historiador Vinicio Romero)
"Pronto estos oficiales supieron qué clase de soldados teníamos. El 2 de Abril Páez, con 150 llaneros, ganaba una increíble batalla en las Queseras del Medio. Para premiarlos les di la Estrella de los Libertadores. Luego cruzamos el Arauca y de allí fuimos a establecernos en Mantecal.
Como el ir a la Nueva Granada exigía meditación y consulta, reuní una Junta de Guerra en la Aldea de Setenta para explicar el Proyecto. Todos los oficiales estuvieron de acuerdo. Así, pues, emprendimos la marcha el 27 de mayo de 1819.
El General neogranadino Francisco de Paula Santander iba a la vanguardia. El conocía bien el terreno que pisaba y era un hábil e inteligente militar. Tenía él para esta fecha 28 años. La marcha era dura, forzada, porque teníamos que cruzar muchísimos ríos crecidos. Cuando llegamos a Pore, en menos de un mes habíamos recorrido 600 kilómetros.
Pero lo más duro estaba por delante. Para no tropezar con las fuerzas realistas y caerles de sorpresa, se me ocurrió que debíamos atravesar con todo el ejército el páramo de Pisba, rodeado de barrancos y peñascos, por senderos que apenas si hacen posible la marcha y además con un frío aterrador y la molestia constante de la lluvia y el granizo. Aquello era casi superior a nuestras fuerzas.
Yo no me cansaba de animar a los soldados, que caían muertos de cansancio o engarrotados por el frío. A muchos de ellos hubo que darles palizas para que les pasara el "mal del páramo". Tal fue la marcha, que la caballería llegó sin caballos, sin armas y sin nada que les molestase, porque ya era bastante poder con el propio cuerpo.
Con todo, el general Barreiro nos hizo frente en Gámeza y lo batimos por completo, aunque hubo gestos de heroísmo de ambas partes. Y días más tarde obtenemos una ejemplar victoria en Pantano de Vargas. A marchas forzadas llegamos a Tunja y dos días después, el 7 de agosto libramos la famosa Batalla de Boyacá, en que el ejército español quedó rendido ante nuestra osadía y el propio General Barreiro fue hecho prisionero. El Virrey Sámano, que estaba en Bogotá, abandona la capital y la tomamos nosotros el día 10. El 20 de septiembre estoy en camino para Venezuela y llego a Angostura el 11 de diciembre..............."

Juan Germán Roscio

(Viernes, 27 de Mayo de 1763)
Juan Germán Roscio
Juan Germán Roscio nació en San Francisco de Tiznados, estado Guárico, el 27 de mayo de 1763. Participó activamente en el movimiento del 19 de abril de 1810. Estuvo representando a Calabozo en el Congreso de 1811 y se le encomendó la redacción del Acta de la Independencia.
A raíz del desastre de 1812, cae preso en La Guaira y luego se le envía al presidio de Ceuta, de donde logra escapar y se va a Filadelfia en 1818.
En 1819 Roscio es nombrado Vicepresidente del Departamento de Venezuela; ocupa también, interinamente, la Vicepresidencia de Colombia, por ausencia de Zea. Es designado para presidir el Congreso Constituyente de Colombia, pero murió en Cúcuta, el 10 de marzo de 1821, antes de que se instalara el Congreso.
Roscio es autor del memorable trabajo que disipa las tinieblas de la época pre-independentista, y que fue publicado en Filadelfia, en 1818: Triunfo de la Libertad sobre el Despotismo.

domingo, 25 de mayo de 2014

Himno Nacional de Venezuela

(Miércoles, 25 de Mayo de 1881)
Himno Nacional de Venezuela
Nuestro Himno Nacional surgió como un canto emocional en un momento de inspiración patriótica en los mismos albores de la Independencia. Consta, en efecto, que apenas se dio el golpe de estado del 19 de abril de 1810, poseídos los venezolanos de un encendido fervor revolucionario, una de las primeras tareas fue la composición de una canción patriótica que pudieran entonar, en concordancia con el momento de exaltación que vivían.
Se había dicho hasta ahora, desde que Juan Vicente González lo acuñó y sin que hubiese surgido contradicción alguna, que el autor de la letra del «Gloria al Bravo Pueblo» fue el médico y poeta Vicente Salias, quien en un momento de euforia improvisó la canción en una de las sesiones de la Sociedad Patriótica.
Vicente Salias, nacido en Caracas el 23 de marzo de 1776, era poeta y escritor, además de médico. Fue fusilado en el castillo de Puerto Cabello, el 17 de setiembre de 1814.
Ahora bien: ¿fue, en realidad, Vicente Salias el autor de la letra del «Gloria al Bravo Pueblo»? El investigador Alberto Calzavara, quien falleció en plena capacidad creadora, en 1988, sostiene en su libro Historia de la Música en Venezuela que el compositor de la letra del Himno Nacional fue el maestro Andrés Bello.
Naturalmente, no es una opinión alegre, sino basada en la afirmación categórica contenida en el periódico caraqueño La Opinión Nacional, de 1874, que dice así: «El Americano del 16 de febrero último trae como regalo a sus numerosos suscriptores de todos los países que hablan el español el Himno Nacional de Venezuela, el célebre y heroico Gloria al Bravo Pueblo cuya letra compuso el ilustre venezolano Andrés Bello ... »
Se refiere a un encarte del periódico El Americano, de París, en febrero de 1874. Para esta fecha gobernaba Venezuela Guzmán Blanco, el mismo Presidente que en 1881 decretaría el Himno de Venezuela. En 1874, sin embargo, nadie se sorprendió de la información reproducida en La Opinión Nacional, ni nadie objetó dicha aseveración. En el Decreto de Guzmán Blanco no figuran los nombres de los autores del Himno, quizás porque las autoridades no tenían seguridad de quiénes fueron, o porque eran demasiado conocidos sus autores.
En todo caso, hay mucha similitud de conceptos y formas métricas en el Himno Nacional en comparación con otros poemas compuestos por Andrés Bello. En 1996 se reprodujo la polémica sobre los posibles autores del Himno. Se decía, por ejemplo, que a Andrés Bello no se le pudo haber escapado un gerundio tan feo como el que está en el Himno, en la frase la ley respetando.
Alexis Márquez Rodríguez, profundo conocedor de nuestro idioma, terció en el debate periodístico, explicando que ese gerundio es válido y, además, en las composiciones de Andrés Bello abundan ejemplos parecidos.
Con respecto al autor de la música, el mismo periódico caraqueño agrega esta información concluyente, refiriéndose a la canción que ya desde 1840 se conocía como la Marsellesa Venezolana: «La música, como nadie lo ignora en este país, es obra de nuestro fecundo compositor Lino Gallardo, que interpretó felizmente en ella el ardor épico de nuestros pueblos en la época gloriosa de nuestra independencia nacional ... »
Repito: nadie rechazó esta afirmación de la Opinión Nacional; ni Guzmán Blanco, que era el Presidente de la República y autor del futuro Decreto, ni el eminente polígrafo Arístides Rojas, que vivía para entonces.
Con respecto a Lino Gallardo la situación cambia. No sólo la tradición oral de la familia Gallardo y de numerosos personajes de la época dan fe de que la música del Himno la escribió este fervoroso patriota, sino que aparece su nombre en partituras antiguas, lo que no ocurre con Landaeta. Además de la publicación de 1874 que ya hemos señalado.
Lino Gallardo fue uno de los pocos pardos que desde el principio apoyaron el movimiento revolucionario. Luego del 19 de abril se le veía recorrer las calles de la capital entonando las canciones patrióticas que componía.
Lino Gallardo es autor de la Canción Americana (181l), de la canción patriótica Tu Nombre, Bolívar, la fama elevó (1827) y, naturalmente, del Gloria al Bravo Pueblo. Este notable músico que ejecutaba con maestría el violoncello, fue llamado por Andrés Level de Goda el «Hayden Caraqueño». Lino Gallardo murió en Caracas el 22 de diciembre de 1837. Su hija menor, Francisca de Paula, quemó todas las partituras de las obras compuestas por Gallardo, en protesta contra Guzmán Blanco, de quien era enemiga, al decretar éste, en 1881, la canción de su padre como Himno Nacional de Venezuela.
Guzmán Blanco firmó el decreto el 25 de mayo de 1881. Se cuidó mucho el Presidente Guzmán de no nombrar en su Decreto a los autores del Himno, gracias a lo cual todavía se polemiza y se trabaja en busca de la verdad.
Pese a todos los elementos a favor de Andrés Bello y Lino Gallardo como autores del Himno Nacional, oficialmente se tiene aún (1996) a Juan José Landaeta y a Vicente Salias.
En el programa televisivo Orlando con Orlando, los venezolanos tuvimos la oportunidad de escuchar la auténtica versión del Himno Nacional, interpretada por el tenor Carlos Godoy, el guitarrista Bartolomé Díaz y Ernesto Lestón en el oboe. Los instrumentos son originales de la época, y el asesoramiento del académico de la Historia Carlos F. Duarte.
Esta interpretación ha sido editada en disco compacto por la Asociación Venezolana Amigos del Arte Colonial (1995). La letra de esta versión original sin variaciones, la reproduzco aquí, con la esperanza de que muy pronto se esté entonando en todo el país y donde se quiera.
Desde hace mucho tiempo he sido partidario de que se declare de una vez por todas, con audacia, una edición oficial de nuestro Himno, dándole la autoría a quienes corresponde: a Bello y a Gallardo.
CANCION PATRIOTICA
GLORIA AL BRAVO PUEBLO

Letra: Andrés Bello
Música: Lino Gallardo
Gloria al Bravo Pueblo que el yugo lanzó,
La Ley respetando la virtud y honor.

1
Pensaba en su trono que el ardid ganó,
Darnos duras leyes el usurpador.
Previó sus cautelas nuestro corazón
Y a su inicuo fraude opuso el valor.

2
Abajo cadenas, gritaba el Señor,
Y el pobre en su choza
Libertad pidió.
A este santo nombre tembló de pavor,
El vil egoísmo que otra vez triunfó.
3
¿Qué aguardáis patriotas, hijos de Colón?
¡Marchad tras nosotros y viva la unión¡
Y si el despotismo levanta la voz,
Seguid el ejemplo que Caracas dio.

4
Gritemos, con brío, muera la opresión,
Compatriotas fieles, la fuerza es la unión.
Y desde el empíreo el Supremo autor,
Un sublime aliento al pueblo infundió.

5
Unida con lazos que el cielo formó,
La América toda, existe en nación.
Temedla tiranos, que el orbe adoró,
Ya jura ser libre, ya os ve con horror.
HIMNO NACIONAL DE VENEZUELA
   "GLORIA AL BRAVO PUEBLO"

Coro
Gloria al bravo pueblo
que el yugo lanzó,
la ley respetando,
la virtud y honor.

   I
¡Abajo cadenas!
Gritaba el señor;
y el pobre en su choza
libertad pidió.
A este santo nombre
tembló de pavor
el vil egoísmo
que otra vez triunfó.

II
Gritemos con brío:
¡Muera la opresión!
Compatriotas fieles,
la fuerza es la unión;
y desde el Empíreo
el Supremo Autor,
un sublime aliento
al pueblo infundió.

III
Unida con lazos
que el cielo formó,
la América toda,
existe en nación;
y si el despotismo
levanta la voz,
seguid el ejemplo
que Caracas dio.

Letra: Vicente Salias
Música: Juan José Landaeta

Bolívar y el Medallón de Washington

(Jueves, 25 de Mayo de 1826)
El 25 de mayo de 1826, al recibir el medallón de Jorge Washington, escribe al hijo de éste: <<Hoy he tocado con mis manos este inestimable presente.>>
La imagen del primer bienechor del continente de Colón presentado por el héroe ciudadano General Lafayette y ofrecido por el noble vástago de esa familia inmortal, era cuanto podría recompensar el más esclarecido mérito del primer hombre del Universo.
¿Seré yo digno de tanta gloria? No: mas la acepto con un gozo y una gratitud que llegarán junto con los restos venerables del padre de la América a las más remotas generaciones de mi patria; ellas deberán ser las últimas que queden del nuevo mundo. Acepte Ud., señor, los testimonios más sinceros y más respetuosos de mi perfecta consideración».

Asamblea de San Diego de Cabrutica

(Sábado, 25 de Mayo de 1816)
Atendiendo a una convocatoria de Miguel Peña, se reunieron el 25 de mayo de 1816, en la iglesia de San Diego de Cabrutica, 85 oficiales patriotas, encabezados por los coroneles José Tadeo Monagas y Andrés Rojas y el teniente coronel Pedro Zaraza, que obraban en las provincias de Cumaná, Barcelona y Caracas.
Miguel Peña, Presidente de la Asamblea, daba como imposible el triunfo republicano si no había unión entre los diversos jefes y si no se actuaba con verdadero sentido de disciplina militar. No sabían para entonces que Simón Bolívar acababa de entrar a Oriente, procedente de Los Cayos.
La Asamblea de San Diego de Cabrutica acordó el nombramiento de José Tadeo Monagas como Jefe único que coordinara y dirigiera las operaciones militares. El teniente coronel Pedro Zaraza fue elegido Segundo Jefe. Muy poco duró esta jefatura, ya que Monagas y Zaraza se sumaron a las tropas de Gregorio MacGregor, y en septiembre las tropas reunidas en Barcelona quedaron bajo la autoridad del General Manuel Piar.

Fundación de Barinas

(Jueves, 25 de Mayo de 1577)
El 25 de mayo de 1577 fue fundada la ciudad de Barinas por el capitán español Juan Andrés Varela, donde hoy se encuentra el pueblo de Altamira, en el estado Barinas. Varela la llamó «Altamira de Cáceres», pero pronto comenzó a ser llamada Barinas, nombre que le daban los indios a aquella región.
En 1628 los vecinos mudaron la ciudad para la Mesa de Moromoy. En 1759 sus moradores la trasladaron al sitio que hoy ocupa y, finalmente, el 4 de diciembre de 1762, por Real Cédula se aprobó el traslado definitivo.