sábado, 25 de enero de 2014

NOTAS BICENTENARIAS Ing. José Ubaldo García. Boconó, Edo. Trujillo, Noviembre 2013 Teléfono 0414-7484364 GGCHACARO@HOTMAIL.COM

Contradicciones de Mariño (I Parte)

            En los primeros días del año 1813 el margariteño Santiago Mariño encabezando un grupo de 45 hombres, navega por las tranquilas aguas de Paria para llegar a la población de Güiria y desde el islote de Chacachare organizar la resistencia que por el oriente del país, planea venir a Caracas para reconquistar el poder. Al otro extremo del país y por aquellos mismos días, se preparan las bestias en la frontera con Colombia, el Brigadier Simón Bolívar toma el Valle de San José de Cúcuta y el 14 de mayo pasa las aguas turbulentas del Río Táchira con unos 350 hombres, para empezar la campaña en la lucha contra la tiranía española.

            El 27 de Abril de 1813 sale el canario Domingo Monteverde de Caracas para la Guaira y se embarca con su ejército con destino a el oriente venezolano con las intenciones de apagar las candelas que han prendido en los pueblos los patriotas. En Maturín se encuentran con las tropas de Santiago Mariño el 25 de Mayo y las pésimas estrategias de un marinero convertido en conductor de soldados hacen que los realistas pierdan la batalla y salgan en desbandada, perseguidos por los entusiasmados orientales que convierten la victoria en fiesta y alegrías para seguir las luchas por la independencia de Venezuela.

            El conductor del ejército de oriente quiere avanzar hacia el centro, pero no se decide a hacerlo, Bolívar toma Barinas a principios del mes de Julio y desde allí le envía su primera carta para solicitar la unión de las voluntades en busca de la reconquista del poder (12/07/1813); es verdad que en alguna correspondencia hacia la Nueva Granada, el Libertador deja ver sus deseos de llegar primero a caracas y también es cierto que cada hombre entre aquellos Jefes Republicanos soñaba con tener todos los laureles y lograr la independencia de su patria, pero se puede ver en los documentos existentes, que la actitud asumida por el general Santiago Mariño en aquellos momentos y durante los primeros meses del año 1814, parece inclinada hacia la descoordinación, en algunos días influenciada por los regionalismos y sin la argumentación necesaria e importante para alejar de él, un sentimiento de envidia y descontento pasivo en contra del Libertador. El 25 y 28 de Julio el ejército patriota desde valencia informa de sus triunfos y llama a la concordia entre todos los venezolanos para la organización de un gobierno sin los españoles, el 7 de Agosto el tío de Bolívar, Comandante de la Guaira Don Leandro palacios escribe a Mariño, le informa de los últimos acontecimientos y solicita el avance de sus tropas hacia el centro del país, así como pide la ayuda de las fuerzas navales para hacer efectivo el cerco militar contra la plaza de Puerto cabello que aún permanecía en manos de Monteverde.

            Instaurada la II República es necesario hacer de todo; organizar la hacienda, planificar la administración, nombrar los mandos, hacer las leyes, equipar un ejército y además luchar contra los restos de las tropas y oficiales españoles que habían quedado regados en todos los caminos y que en estos meses de septiembre y octubre se estaban agrupando y agarrando fuerza como para crear verdaderas preocupaciones entre los patriotas. Las candelas muestran sus humaredas en Puerto cabello con los refuerzos llegados desde Cádiz, en coro y Maracaibo con un ejército mandado por el Gobernador Ceballos, en San Fernando con el restablecido Yáñez, que ha llegado hasta Barinas y Guanare con sus venganzas y por los llanos centrales en donde se hace grande el feroz José Tomás Boves quien se ha hecho cabecilla de los llaneros y su terrible caballería.

            Bolívar, Urdaneta, Ribas y Campo Elías se mueven con rapidez para detener a los realistas y de nuevo se piensa en los hombres valerosos del invicto ejército de oriente. Existen al menos tres cartas escritas por Bolívar desde Valencia en aquellos meses de desesperación y angustias (4 de Noviembre 1813 y 3 de Enero, 30 de Enero 1814) en todas ellas se solicita la colaboración y la unión de las fuerzas de las hombres que luchan por la misma causa y en algunos párrafos se llega a implorar por el auxilio para la salvación de la joven república.
            Las fuerzas navales vienen de oriente al mando de Carlos Piar para ayudar en el bloqueo de Puerto Cabello y cuando apenas se acomodaban en sus importantes labores son retiradas por orden del General Mariño. El Coronel Ariosa al mando de una división de soldados orientales avanza sobre Caracas por Barlovento para distraer a los realistas, pero de pronto y sin ninguna explicación se retira de nuevo hacia Barcelona, es allí donde Bolívar dice: “Permítame usted, suplicarle también me revele las causas que han influido, y que no conozco, para tomar determinaciones tan contrarias a las que hasta ahora usted había tomado” y en otro párrafo: “ Excelentísimo señor, el occidente de Venezuela va a ser destruido si los poderosos socorros de usted no le salvan a la peligrosa lucha en que está empeñado”.

            Es casi increíble pero cierto que en algunas cartas firmadas por el Libertador  de oriente solicita que Venezuela permanezca dividida en dos grandes bloques; Oriente y Occidente y que se establezcan gobiernos separados que colaboren estrechamente para su manutención y defensa y que sus ejércitos mantengan los mandos correspondientes hasta el momento. Estas son las razones de sus tranquilos procederes en aquellos terribles días, en los que se sacrificaron tantos hombres y recursos y que a la larga nos hará perder la II República.

            Para establecer algunas relaciones entre los grandes apuros y necesidades de auxilio ante los criminales avances de Boves y Morales, de Ceballos y Yáñez y de otros jefes españoles, es necesario aclarar los tiempos de aquellos acontecimientos:

“El día 7 de Agosto de 1813 Leandro Palacios solicita la participación de la flota naval y es el día 2 de Diciembre cuando el General Piar establece el bloqueo antes de retirarse casi sin causar ningún efecto a los españoles sitiados en el Puerto Cabello”.

            “Desde que Bolívar pide la unión de los hombres y los ejércitos en carta desde Barinas el 12 de Julio de 1813, hasta la llegada de Mariño y su tropa para la unión de los ejércitos el 23 de Marzo de 1814 han transcurrido 8 meses y 12 días. En todo éste tiempo pasado las fuerzas occidentales se han agotado en continuos combates, casi sin descanso y con pocos recursos han mantenido bajo control a los autoritarios españoles que se restablecen como por arte de magia”.

“El 31 de Marzo de 1814 el ejército oriental comandado por el General Mariño vence al terrible Boves en la Batalla de Bocachica y detiene momentáneamente los avances españoles hacia la capital”.



Ing. José Ubaldo García

Boconó, Edo. Trujillo,  Noviembre 2013

NOTAS BICENTENARIAS Ing. José Ubaldo García. Boconó, Edo. Trujillo, Noviembre 2013 Teléfono 0414-7484364 GGCHACARO@HOTMAIL.COM

Un Venezolano Realista I Parte

            El día 04 de Agosto de 1813, dos días antes de la entrada triunfal del ejército Libertador a Caracas, un grupo de hombres deliberaba sobre las acciones a seguir, eran habitantes civiles de esta ciudad que se proponían abandonarla por tratarse de personajes que habían estado siempre del lado de los realistas. Entre ellas se encontraba el Dr. José Domingo Díaz quien después de pedirle la bendición al Arzobispo Don Narciso Coll y Pratt, fue en busca de su familia (su esposa y dos hijos) para recoger algunas de sus pertenencias y en tres burros sumarse a la caravana de españoles y canarios que viajaban hacia la Guaira para buscar un lugar en uno de los buques que salían hacia las islas del caribe.

            Este hombre, José Domingo Díaz, nació en Caracas en Agosto de 1772, fue criado por los sacerdotes  Domingo y Antonio Díaz Argote y en su partida de nacimiento está registrado como Expósito. Estudió latín, filosofía y medicina en la real y pontificia Universidad de Caracas, para cuyo ingreso seguramente contó con la influencia de la iglesia, por cuanto los estudios de entonces  estaban prohibidos para aquellas personas que no tuvieran un origen paterno definido y por lo tanto dispusieran claramente de la pureza de su sangre.

            En 1794 obtiene la licencia de Médico y comienza a ejercer su profesión siempre bajo un permiso especial obtenido de la Corona Española. El Dr. Díaz fue un personaje muy inteligente y se cuenta que dominaba el francés, el inglés y que llego a leer todos los clásicos de la época, participaba en reuniones literarias, escribió poemas y varios dramas para el teatro de entonces. El escritor Don Juan Vicente González, medio siglo después lo describe: “Era alto y flaco, de rostro largo y enjuto, huesudo, de ojos verdosos, inquieto, de una actividad turbulenta y febril. Poseía también cualidades incontestables: la sobriedad, un amor al trabajo infatigable y excesivo”.

            El Dr. José Domingo Díaz trabajó como médico en Venezuela y su participación en la cura de enfermedades fue muy importante principalmente en el tratamiento de la fiebre amarilla que para entonces causó grandes estragos. Estudió las causas y características de la enfermedad y realizó un plan de acción para su combate, así como conoció de la obra de Benjamín Rush titulada “Relación de la Calentura Biliosa Remitente Amarilla que se Manifestó en Filadelfia en 1793”.

            En los días previos al grito de independencia en Venezuela y en los años posteriores, el Dr. Díaz fue un participante activo en favor del mantenimiento del poder español, vivió todos los momentos de la turbulencia revolucionaria, conoció a la mayoría de los participantes  en los días del 19 de Abril de 1810 y los sucesos de los años siguientes y se opuso con sus acciones y principalmente con sus palabras y sus letras a la independencia de América.

            Recuerdos de la Rebelión de Caracas es un libro de éste médico caraqueño en el que escribe en primera persona sus impresiones de los acontecimientos de la historia y cada página está cargada de un sentimiento regensista, y un absoluto conformismo para con el gobierno impuesto por la realeza española, hasta el punto que en ellas describe muchas acciones saturadas de mentiras y arreglos personales que demuestran fácilmente su espíritu cargado de racismo y conveniencias de las oligarquías dominantes, en contra de la mayoría del pueblo trabajador, y para muestra un botón, sobre las causas de los movimientos independentistas escribió; “… y llegaron muchos libros prohibidos, la ignorancia, la malicia o la novelería hacían ver entonces como llenas de sabiduría las producciones de aquella gavilla de sediciosos llamados filósofos, que, abrigados en Paris trabajaban para llevar a cabo su funesta conjuración: la anarquía del género humano. Y más adelante sobre el 19 de Abril dice: “Una rebelión hecha en los momentos menos esperados, cuando la madre que nos dio el ser necesitaba más de nuestro apoyo en sus desgracias, rebelión baja, degradante ignominiosa. Una rebelión que iba a sepultarnos en males incalculables, no solo por su insensatez, sino por los hombres que la habían tramado y ejecutado, y por los que gobernaban las provincias, rebelión brutal, estúpida e insensata”.

            Después de la caída de la Primera República el Dr. Díaz  alternó sus trabajos de médico con la de escritor y editor de un periódico que en un principio se llamó el semanario de Caracas y que Domingo Monteverde lo apadrino con el nombre de Gaceta de Caracas y desde el cual los realistas mantuvieron una trinchera de las letras para contar las más escandalosas mentiras y hacer públicas todos los sucesos arreglados a su manera. Cuando aquel 4 de Agosto  por la noche el Dr. y su familia llegaron al puerto de la Guaira, encontraron un puesto en un apretujado buque  y que gracias a su influencia pudo abordarlo para viajar a Curazao.

            José Domingo Díaz se estableció en la Isla de Curazao y desde allí inició casi sin pérdida de tiempo su accionar con la imprenta para entorpecer las luchas de los patriotas. Por aquellos días escribió extensas cartas que publicadas en las islas de las Antillas, circulaban en el exterior y entraban en Venezuela para difundir noticias falsas y abultados inventarios de los recursos y hombres del ejército español.

            Las cartas de fines de 1813 escritas por José Domingo Díaz son dignas de análisis y material especial para otras Notas Bicentenarias posteriores, así como el comportamiento de este singular venezolano que regresó al país con la caída de la Segunda República para encontrarse de nuevo con los realistas  que habían sobrevivido a las luchas, entre ellos el Marqués de la casa de León y el Arzobispo Coll y Pratt a quien abrazó y besó su anillo pidiéndole las mil bendiciones para su sana conciencia.

            Quedarán nuevas crónicas para el estudio de este personaje que se congratuló mucho con las matanzas de Boves en valencia y Calabozo, a quien recibió en Agosto de 1814 en la ciudad Capital y se embriagó con su amistad en aquel famoso banquete preparado para la ocasión por la oligarquía caraqueña que bailaba complacida de conocer al nuevo caudillo y se asustaba con la negritud y el pardaje de todos sus acompañantes.

Nota:
-       Expósito: Dícese del recién nacido que ha sido abandonado en un lugar.

-       José Domingo Díaz se expresaba de nuestro libertador con las siguientes frases: “el 06 de Agosto entró el inhumado a Caracas”, “El tirano nunca cumplirá su palabra”, El sedicioso logró llegar hasta Mérida aquella tarde”, “El aventurero y falaz traicionó a su gente”.



Ing. José Ubaldo García

Boconó, Edo. Trujillo, Noviembre 2013

Manuel Cabré (El Pintor del Ávila)

(Sábado, 25 de Enero de 1890)
Manuel Cabré (El Pintor del Ávila)
El 25 de enero de 1890 nace en Barcelona de España el pintor Manuel Cabré, quien desde muy niño fue traído a Venezuela. Precozmente, a la edad de 8 años aparece inscrito en la Academia de Bellas Artes, donde su padre, el escultor Angel Cabré y Magriña regentaba la cátedra de escultura.
Cabré se convierte en un enamorado del paisaje venezolano, pero especialmente del caraqueño Cerro Avila, el que pinta desde todos sus ángulos y con todos los cambiantes matices del antiguo Guaraira-repano de nuestros indígenas.
Después de realizar exitosas exposiciones en Caracas, Cabré se traslada a París, donde se queda hasta 1930. En esta época cultiva el cubismo y el impresionismo.
En 1931 está de regreso en Venezuela y se dedica con ardor a captar la naturaleza del país. Manuel Cabré gana en 1951 el Premio Nacional de Pintura y en 1955 el Premio Herrera Toro, en el XVI Salón Oficial, además de otros galardones merecidos.
Cabré era un paisajista por excelencia, con técnica, color y forma. Al morir en Caracas, el 26 de febrero de 1984, deja una obra imperecedera.

viernes, 24 de enero de 2014

Tucupita es Capital

(Martes, 24 de Enero de 1888)
Durante el gobierno regional de Juan José Yépez, la ciudad de Tucupita se estrena como capital del entonces Territorio Federal Delta (actual Estado Delta Amacuro) el 24 de enero de 1888. En los mapas que elaboró Walter Raleigh esta ciudad aparece con el nombre de Cutupity Village.
El Territorio Federal Delta se creó en 1884, y su primera capital fue Pedernales, hasta la designación de Tucupita, el 19 de agosto de 1887. El traslado de la capital a Tucupita fue el 24 de enero de 1888. En 1901 se crea el Territorio Delta Amacuro, con capital en San José de Amacuro; y en 1905 se le da el nombre de Territorio Federal Delta Amacuro, hasta convertirse en Estado en nuestros días.
TUCUPITA
Ciudad y capital venezolana del estado Delta Amacuro y del departamento homónimo. Se ubica a 7 m. de altitud en la orilla oriental del caño Mánamo, en el delta del Orinoco. El dique construido sobre el caño Mánamo es aprovechado como viaducto relacionado con la red vial nacional. Este dique ha posibilitado un desarrollo agrícola con plantaciones de arroz, maíz y ocumo, así como una ganadería bovina y de búfalos, lo que ha favorecido a esta ciudad. Existen problemas ambientales causados por la sulfuración de los suelos y la eutrofización. En Tucupita se han instalado servicios administrativos, comerciales, aserraderos y refinerías de los yacimientos cercanos de petróleo. Bien comunicada, cuenta con puerto y aeropuerto. La ciudad experimentó un gran auge a partir de 1933, gracias a la explotación petrolera que se mantuvo hasta comienzos de la década de 1960. Población (según estimaciones para 1996), 57.047 habitantes.

El 24 de Enero de 1848

(Lunes, 24 de Enero de 1848)
El día 24 de enero de 1848 ha sido considerado de luto para las leyes venezolanas, porque bajo la Presidencia de José Tadeo Monagas ocurre el lamentable ataque armado al Congreso Nacional. Ante la feroz pugna entre liberales y conservadores, el Ministro Tomás José Sanabria llega a la Cámara de Diputados para entregar el Mensaje Anual del Presidente, y al consignarlo, el Vicepresidente de la Cámara pide que el Ministro permanezca en el recinto. En este momento se introdujo una fórmula de juicio contra Monagas, y de inmediato comenzó el motín.
Allí murieron los diputados Juan García, Francisco Argote y José Antonio Salas. El honorable Santos Michelena resultó herido y murió poco después.
Para mayor ironía, por Ley de 14 de marzo de 1849 José Tadeo Monagas declara el 24 de enero de cada año junto con el 5 de julio, «grandes días de la independencia y de la libertad de los venezolanos», considerando, con respecto al primero, que «en 24 de enero de 1848, agotado el sufrimiento bajo una nueva y odiosa tiranía que rebosaba en abusos y pretensiones retrogradantes y destructoras, supo el pueblo espontánea y valientemente recobrar su dignidad sosteniendo los fueros de su libertad».
Así se estuvo «celebrando» el 24 de enero, hasta que Julián Castro lo suprimió «entre los grandes días», por decreto del 19 de junio de 1858.
La orientación proliberal del Presidente Monagas condujo al rompimiento definitivo con Páez y los conservadores. Estos dominaban el Congreso gracias a la mayoría que habían ganado en las elecciones de 1846, y querían utilizarla para enjuiciar al Presidente. Lo acusaban de haber ejercido facultades extraordinarias ilegalmente; de emplear la fuerza armada sin consentimiento del Consejo de Gobierno y de haber ejercido la administración fuera de la capital, todo lo cual era contrario a lo dispuesto por la Constitución. Tras el juicio contra el Presidente Monagas, se ocultaba la intención de destituirlo.
Liberales y conservadores se preparaban para el enfrentamiento que parecía inminente. Los liberales movilizaban sus partidarios en importantes reuniones públicas y el gobierno ordenó formar dos batallones cuyas plazas fueron cubiertas rápidamente por milicianos liberales. Por su parte, los conservadores organizaron una guardia armada del Congreso, "de la cual se nombró Jefe a Guillermo Smith, ex-director del célebre Banco Nacional, conservador y paecista probado".
El plan de los conservadores contemplaba el traslado del Congreso a Puerto Cabello, lejos de la presión del pueblo liberal de Caracas, para probar la destitución del Presidente.
El 24 de enero de 1848 se reunieron las cámaras legislativas en medio de la mayor espectación. Ese día se produjo el choque definitivo entre liberales y conservadores, cuyo resultado fue la caída de la oligarquía gobernante desde 1830.
CONSECUENCIAS DEL 24 DE ENERO DE 1848

Los historiadores de las más variadas tendencias consideran los hechos del 24 de enero, como acontecimientos de la mayor importancia. En efecto, estos episodios dieron origen a una nueva correlación política entre los partidos antagónicos y entre los caudillos Páez y Monagas, que fueron los principales protagonistas en la crisis. Entre las consecuencias de estos, hechos, debemos señalar las siguientes:
1. Páez y la oligarquía conservadora fueron desplazados del poder, que pasó a manos de Monagas y los liberales.
2. A partir del 24 de enero de 1848, Páez y los conservadores tomaron el camino de las armas, tratando de recuperar el poder. Páez se alzó contra Monagas pocos días después del 24 de enero; pero fue derrotado en los llanos y tuvo que refugiarse en Nueva Granada. A mediados de 1849 desembarcó al frente de una expedición por La Vela de Coro. Fue derrotado de nuevo por las tropas del gobierno, al mando de José Laurencio Silva, quien le ofreció una capitulación. Pero Monagas se negó a reconocer los términos de la capitulación ofrecida por Silva, y en consecuencia Páez estuvo preso en Valencia, Caracas y Cumaná, de donde salió para el destierro hasta 1861.
3. A raíz de los sucesos del 24 de enero el poder Legislativo y el Judicial pierden su independencia y se someten a la voluntad del Presidente de la República. El Congreso Nacional, que hasta el día anterior a los sucesos había pretendido enjuiciar al presidente y destituirlo, el día siguiente se instaló dócilmente y desde entonces sirvió de instrumento complaciente al personalismo entronizado en el poder.

jueves, 23 de enero de 2014

La Constitución de 1961

(Lunes, 23 de Enero de 1961)
El 23 de enero de 1961, a los tres años de la caída de la dictadura, se promulgó la constitución más duradera que tuvo Venezuela, lo que vino (para ese entonces) a constituir un hecho importante del período de gobierno de Betancourt.
Esta Constitución, derogada actualmente, contuvo numerosas innovaciones de forma y de fondo que determinaron un cambio importante en nuestro sistema constitucional. La promulgación de esta Carta Fundamental tuvo lugar en momentos de grave crisis política, con las garantías suspendidas. De manera que el mismo día de su promulgación, el gobierno dictó un nuevo decreto de suspensión de las garantías constitucionales, alegando la persistencia de planes insurreccionales en la oposición de izquierda.

Fin de la Dictadura de Pérez Jiménez

(Jueves, 23 de Enero de 1958)
Fin de la Dictadura de Pérez Jiménez
La política de grandes obras suntuarias, costosas importaciones, despilfarro y peculado, terminó por llevar al gobierno a la quiebra fiscal. Esto afectó también a los sectores de la economía privada, a los bancos, el comercio, la industria. Estos sectores, ligados íntimamente a los ingresos del gobierno, eran acreedores de la dictadura y necesitaban cobrar sus deudas. El desbarajuste y la falta de pago fue causa principal para que la burguesía, al principio adicta al dictador, terminara por ser partidaria de su derrocamiento.
El malestar y el descontento contra la dictadura se fueron extendiendo a todos los sectores. En el Ejército se comenzó también a conspirar contra el régimen. El Partido Comunista y URD iniciaron en la clandestinidad la constitución de una "JUNTA PATRIOTICA" con el propósito de coordinar la acción de todos los partidos y grupos que luchaban contra la dictadura. A esta Junta se incorporaron más tarde los partidos Acción Democrática yCopei, con lo cual el frente político se fundió en un gran movimiento unitario de todos los sectores que aseguró el triunfo contra Pérez Jiménez.
"Pocas veces ha habido un consenso Político tan generalizado como el que se oponía a fines de 1957 al gobierno de Pérez Jiménez. La estricta censura hacía difícil tomar conciencia de esta realidad en forma concreta; pero ella existía. Podemos decir que todos 1os partidos políticos, los sectores sociales más diversos, todo el mundo estaba contra la dictadura. El Partido Social Cristiano Copei que apoyó el derrocamiento de AD pensando que "Copei es la solución", veía esfumar sus esperanzas y buscaba otro camino hacia el poder. La pastoral de Monseñor Arias indicaba una posición del clero contraria al gobierno. La situación económica ponía a una parte de la burguesía a dudar y a otra a hacer oposición. Los partidos populares y democráticos, los obreros, campesinos, estudiantes y capas medias, estaban en la oposición desde el mismo 24 de noviembre. De tal manera que en 1957 puede decirse que sólo un minúsculo grupo de vende patrias y corrompidos están de acuerdo y respaldan incondicionalmente la política terrorista de la camarilla militar-civil de Pérez Jiménez".
Otra circunstancia favorable al movimiento contra la dictadura, fue el vencimiento del período previsto en la propia constitución de la dictadura, para elegir al Presidente de la República por voto directo y secreto. El movimiento contra Pérez Jiménez utilizó correctamente esta circunstancia y planteó que el gobierno convocara a elecciones, tal como lo ordenaba la constitución sancionada en 1953. Todas las fuerzas de oposición estaban a la expectativa ante el hecho concreto de que el gobierno estaba obligado a una consulta electoral. Y Pérez Jiménez y sus consejeros no lograron resolver favorablemente este problema.
La dictadura no quería nada con elecciones; no olvidaba la experiencia del año 52 cuando el pueblo votó en contra de los candidatos del gobierno.
En esta situación y para evadir el mandato constitucional, la dictadura llamó a un plebiscito confeccionado de tal manera que sólo se podía elegir a Pérez Jiménez. El plebiscito resultó un fraude que rebosó la paciencia del pueblo y condujo a la jornada del 23 de enero de 1958 que puso fin a la dictadura.
El 23 de Enero de 1958
El 23 de enero de 1958 es derrocado el gobierno del General Marcos Pérez Jiménez, mediante un movimiento cívico-militar. El dictador tachirense se había entronizado desde 1952.
A la caída del régimen se encargó del gobierno una Junta, presidida por el Contralmirante Wolfgang Larrazábal. Pérez Jiménez, que había nacido en 1914 en la población tachirense de Michelena, tomó parte con el grado de Mayor en el derrocamiento del Presidente Isaías Medina Angarita en 1945.
En noviembre de 1948 es uno de los principales responsables del derrocamiento del Presidente Rómulo Gallegos. Entra, entonces, como miembro de la Junta Militar de Gobierno y Ministro de la Defensa. En 1950, a raíz del asesinato del Presidente de la Junta, Carlos Delgado Chalbaud, asume la presidencia el Dr. Germán Suárez Flamerich, conservando Pérez Jiménez su posición, pero con mayor control.
En 1952 desconoce el resultado de las elecciones generales, en las que había triunfado el Partido Unión Republicana Democrática, dirigido por el Dr. Jóvito Villalba, y se declara en ejercicio de la presidencia de la República, a través de la SN (Seguridad Nacional), un cuerpo autónomo dirigido por Pedro Estrada, hombre de entera confianza de Pérez Jiménez, se encargó de controlar y silenciar a los dirigentes de la oposición, procurándoles cárcel y las más despiadadas torturas. Gobernó dictatorialmente hasta 1958.
Derrocado en la madrugada de ese 23 de enero, viajó al exterior (República Dominicana) a bordo de «La Vaca Sagrada».
Dentro de las Fuerzas Armadas los sectores más institucionalistas veían con preocupación el creciente poder del aparato policial represivo del dictador. Esto significaba pérdida de prestigio en la institución armada que aparecía comprometida de hecho con los desmanes del régimen. El primero de enero de 1958 se produjo el primer intento de rebelión militar contra Pérez Jiménez. El movimiento encabezado por el Coronel Hugo Trejo contó con la participación de un buen número de oficiales de la guarnición de Caracas y de Maracay, principalmente de las Fuerzas Aéreas. Este levantamiento militar fracasó y sus principales dirigentes fueron detenidos por el gobierno.
Sin embargo, a partir del primero de enero la crisis interna de la dictadura se hizo cada día más grave. Se produjeron nuevos brotes insurreccionales en las fuerzas armadas y el movimiento popular se manifestó con más vigor en la lucha contra el dictador. Se acentuó la represión; las cárceles se llenaron de presos políticos; fueron cerrados los liceos y reprimido el movimiento estudiantil.
Pero el movimiento popular iba en ascenso. Densos sectores sociales se incorporaban activamente a la lucha: intelectuales, médicos, abogados, profesores, ingenieros, suscriben manifiestos de denuncia contra el régimen. En las calles se suceden manifestaciones y mítines. A mediados de enero la Junta Patriótica llamó a la huelga general para el día 21. El paro se cumplió a cabalidad y en muchos sitios de Caracas se produjeron enfrentamientos con las fuerzas del gobierno. En la noche del día 22, la Marina de Guerra y la Guarnición de Caracas se pronunciaron contra la Dictadura; y Pérez Jiménez, privado de todo apoyo en las Fuerzas Armadas, huyó en la madrugada del 23 de enero, rumbo a Santo Domingo.
La caída de la dictadura de Pérez Jiménez marcó el comienzo de uno de los períodos más interesantes de la historia contemporánea de Venezuela. Después del 23 de Enero de 1958 asumió el poder la Junta De Gobierno que dirigió el proceso político del país hacia el establecimiento de un régimen constitucional.
Pérez Jiménez estuvo en República Dominicana, hasta que se radicó en los Estados Unidos. Rómulo Betancourt, durante su Gobierno, logró la extradición del Dictador y aquí se le siguió un prolongado juicio, que terminó con la sentencia condenatoria por un período menor que el que llevaba detenido, por lo que salió en libertad y voló a Madrid.
En esta capital aceptó la postulación como candidato a Senador por el Distrito Federal en las elecciones de 1968, resultando electo por un número considerable de votos. En 1969 la Corte Suprema de Justicia anuló la elección de Pérez Jiménez para el Senado, esgrimiendo como principal argumento que P.J. no se inscribió en el Registro Electoral ni votó en las mismas elecciones. Actualmente está residenciado en Madrid.
El 23 de enero de 1958 se considera un triunfo del pueblo. Ese día, turbas enardecidas salieron a las calles, en todo el país, a celebrar la caída del régimen y a tratar de acabar con los funcionarios que se habían ensañado en la persecución política durante toda la década. Miembros de la terrorífica Seguridad Nacional fueron linchados; otros se escondieron por largo tiempo o escaparon al exterior.
Se habló, entonces, de un espíritu del 23 de enero, cuando los dirigentes de los distintos partidos políticos, a medida que regresaban al país de su largo exilio, manifestaban solidaridad, se respiraba un aire de unidad, voluntad de transformar las instituciones, de hacer patria, en fin, todo era paz y armonía.
Muy poco duró aquella «luna de miel». En cuanto comenzó la campaña electoral cada quien «jaló» para su lado, se deshizo la paz de los venezolanos y se agudizó la anarquía. Hoy en día, lejos de aquel espíritu, la descomposición sociales bochornosa, la corrupción campea en todas partes y la situación general es tan crítica que se impone una alta dosis de conciencia nacionalista para reordenar el país, llevarlo a los cauces de la decencia y del correcto proceder.

La Última Resistencia Realista

(Lunes, 23 de Enero de 1826)
El 23 de enero de 1826, Bartolomé Salom toma la Plaza de El Callao en poder de Rodil, después de un sitio que duró 10 meses y 22 días. Era la última resistencia realista en América, después que los españoles derrotados en la Batalla de Ayacucho firmaron la capitulación con Antonio José de Sucre.
Esta asombrosa resistencia del jefe realista Ramón Rodil mereció que Bolívar dijera a Salom después del triunfo, cuando pedía castigo para el Jefe realista: «El heroísmo no es digno de castigo».
Completar con Bartolomé Salom

José Francisco Bermúdez

(Miércoles, 23 de Enero de 1782)
José Francisco Bermúdez
Hombre impetuoso, de extraordinario carácter, fue uno de los grandes caudillos orientales. Nació en San José de Areocuar, en el Estado Sucre, el 23 de enero de 1782. Llamábanle José Francisco Pueblo, porque a raíz de la revolución de 1810, en que tomó parte activamente en Cumaná, andaba por las calles exclamando que representaba al pueblo y ésta era la palabra que más pronunciaba.
Ayudó a sofocar la insurrección de los catalanes en 1811 y fue contra Barcelona a las órdenes de don Vicente Sucre. En 1812 Bermúdez se marcha a Trinidad. Después de la famosa acción de Chacachacare, realizó con éxito una intensa campaña en pueblos orientales, hasta que en 1814 se puso a las órdenes de Mariño y con el grado de Coronel su unió a Bolívar para participar en la primera batalla de Carabobo.
Derrotados los patriotas en La Puerta, muchos se fueron a Oriente; entre ellos el propio Bermúdez, que junto con Bolívar sufrió un serio revés en la Batalla de Aragua. Pero muy pronto obtuvo el desquite, al vencer en heroico combate al jefe realista Morales, con 6.000 soldados, a quienes se enfrentaron apenas 1.300 patriotas. Sabedor de que Boves había ocupado a Cumaná, decidió Bermúdez hacerle frente y fue derrotado en Los Magüeyes. Luego Ribas y Bermúdez se vieron seriamente comprometidos en la batalla de Urica, en la que a pesar de la muerte de Boves, sufrieron los patriotas el más terrible descalabro.
Bermúdez fue al exilio, primero a Cartagena y luego a Haití. En esta isla Bolívar organizaba una expedición que saldría de los Cayos. Bermúdez se niega a reconocer la autoridad del Libertador. Entonces Bolívar ordena dejarlo fuera de la expedición. De todos modos, el astuto Bermúdez logró viajar ocultamente y en Güiría tiene un fuerte altercado con el Libertador, hasta el punto en que el jefe oriental desenvaina la espada con la intención de herir a Bolívar, pero afortunadamente se interpuso Mariño y evitó un funesto desenlace.
De regreso a la patria, llamado por Monagas y Arismendi, Bermúdez reemprende la lucha; pero tiene que pedir desesperadamente auxilios al jefe oriental Mariño. Este envía a Bermúdez con la vanguardia de la división y en Barcelona Bolívar lo recibe; sobre el puente, del Neverí los dos jefes se abrazan y reconcilian, Bolívar, grande en la guerra y grande en la bondad, había perdonado las ofensas pasadas.
Bolívar ordena a Bermúdez poner sitio a Angostura, que se le rindió el 17 de julio de 1817. Con el grado de General de División sirvió ese mismo año la Comandancia de la Provincia de Cumaná. En 1819 fue ascendido a General en Jefe teniendo a sus órdenes al Ejército de Oriente.
Durante el desarrollo de la campaña de Carabobo, Bolívar ordena a Bermúdez, como parte de la estrategia general, que realice una diversión desde el Oriente y ocupe Caracas. Esto lo hizo Bermúdez el 14 de mayo de 1821 y aunque perdió la batalla de El Calvario, se logró el objetivo cual era el de distraer las fuerzas que podían ir a auxiliar a los realistas en Carabobo.
Después de la Batalla Naval de Maracaibo, en 1823, acude a pacificar a Río Hacha. Cumplido este cometido contra Morales, regresó a apoyar a Páez contra los alzados de Puerto Cabello. Una vez rendida esta plaza, volvió Bermúdez a Cumaná con el cargo de Intendente y Comandante del Departamento. Este impetuoso General, de brillante trayectoria republicana, acabó sus días asesinado en Cumaná el 15 de diciembre de 1831.
Pese a sus rivalidades con Bolívar en un momento dado, se propuso, en cambio, mantener la integridad de la Gran Colombia desde que comenzó la amenaza de disolución. El Presidente Guzmán Blanco ordenó el traslado de los restos de Bermúdez al Panteón Nacional donde reposan desde el 5 de noviembre de 1877.

miércoles, 22 de enero de 2014

Muere María Teresa del Toro y Alayza

Sábado, 22 de Enero de 1803)
Muere María Teresa del Toro y Alayza
El 22 de enero de 1803 muere en Caracas María Teresa del Toro y Alayza, esposa de Simón Bolívar. El matrimonio duró escasamente ocho meses. El joven Bolívar quiso tanto a su mujer, que al morir ésta, víctima de la fiebre amarilla, se dedicó a viajar, transido de dolor, para mitigar la pena que le causó la ausencia de su María Teresa.
Es en este estado de ánimo cuando jura que no volverá a casarse jamás. Y esto, a pesar de sus muchos amores y amoríos, lo cumplió fielmente, como sus otros juramentos.
En 1828, analizando la influencia que la muerte de su esposa había tenido en él, Bolívar confiesa: «Sino hubiera enviudado, quizás mi vida hubiera sido otra; no sería el General Bolívar ni el Libertador, aunque convengo en que mi genio no era para ser Alcalde de San Mateo».
Al comentarle a su amigo Alejandro Dehollain sobre la muerte de su esposa, Bolívar muestra todo su dolor: «Ya tu Simón no es aquel ente dichoso que tantas veces cantaba alegre el colmo de sus felicidades con la posesión de su Teresa. Yo la he perdido; y con ella la vida de dulzura de que gozaba mi tierno pecho conmovido del Dios de amor».

lunes, 20 de enero de 2014

El Congreso Admirable

(Miércoles, 20 de Enero de 1830)
El 20 de enero de 1830 se instala en Bogotá el último Congreso de la Gran Colombia, bajo la presidencia de Antonio José de Sucre. El Libertador consideró que en él se reunía «la sabiduría nacional, la esperanza legítima de los pueblos y el último punto de reunión de los patriotas...»; por esta razón, por la calidad de los diputados que concurrieron, se llamó Congreso Admirable.
Debía asistir 67 diputados electos, pero sólo se presentaron 48. Por Venezuela fueron elegidos 18 congresantes, pero faltaron 10. Entre los asistentes figuraron Briceño Méndez, José Laurencio Silva, Sucre (fue el Presidente del Congreso), etc.
Ante este Congreso bogotano, que sesionó hasta el 11 de mayo, Bolívar renunció definitivamente a la primera magistratura de Colombia. El 4 de mayo fue elegido el nuevo Presidente de la República, Joaquín Mosquera, con Domingo Caicedo como Vicepresidente.
En su mensaje el Libertador expresó: «Colombianos. Hoy he dejado de mandaros. Veinte años ha que os he servido en calidad de soldado y magistrado. En este largo período hemos reconquistado la patria, liberado tres repúblicas, conjurado muchas guerras civiles, y cuatro veces he devuelto al pueblo su omnipotencia, reuniendo espontáneamente cuatro Congresos Constituyentes. A vuestras virtudes, valor y prestigio se deben estos servicios; a mí la gloria de haberos dirigido».