viernes, 1 de noviembre de 2013

María Antonia Bolívar

(Sábado, 1 de Noviembre de 1777)
María Antonia Bolívar
Nace en Caracas, el 1º de noviembre de 1777, María Antonia Bolívar y Palacios, hermana mayor de Simón Bolívar. Fue una mujer de carácter recio, heredado de su madre, María de la Concepción. Contrajo matrimonio el 22 de octubre de 1792, antes de cumplir los 15 años de edad con D. Pablo Clemente Francia.
Siempre mostró simpatías por la causa realista. Sin embargo, mantuvo una relación armoniosa con su hermano el Libertador, a veces un tanto afectada por los negocios que ella le llevaba en Caracas, en particular el de las minas de Aroa; pero en general, Bolívar tuvo en alto aprecio los consejos y sentencias de María Antonia. Esta murió el 7 de octubre de 1842, dos meses antes de que trajeran a Caracas los restos de su inmortal hermano, el 17 de diciembre de ese año.
CARTA ESCRITA EN LIMA, EN ABRIL DE 1825, DIRIGIDA A SU HERMANA MARIA ANTONIA. SOBRE LA EDUCACION DE SU SOBRINO FERNANDO Y OTROS ASUNTOS FAMILIARES
Lima, Abril de 1825
Señora María Antonia Bolívar.
Escribe tú, de mi parte, a los encargados en el Norte de la educación del joven Fernando Bolívar, encareciéndoles el esmero con que yo quiero que se eduque a mi sobrino. Que aprenda las lenguas sabias y las vivas, matemáticas, historia, moral, bellas letras, etc. Un hombre sin estudios es un hombre incompleto. La instrucción es la felicidad de la vida; y el ignorante, que está siempre próximo a revolverse en el lodo de la corrupción, se precipita luego infaliblemente en las tinieblas de la servidumbre.
Toma también mucho interés en que la hija de Juana de case bien, con un hombre patriota y honrado. Este es un negocio en que todos debemos pensar, porque la familia es un tesoro en que todos los de ella tienen interés. Ayúdala tú con tus buenos consejos de hermana, y procedan siempre con atención, que no hay más dicha ni desdicha, que prudencia o imprudencia. Yo no le escribiré a ningún juez sobre el pleito de Lecumberry, por más que tú te empeñes.
No quiero exceder los límites de mis derechos, que, por lo mismo que mi situación es elevada, aquéllos son más estrechos. La suerte me ha colocado en el ápice del poder; pero no quiero tener otros derechos que los del más simple ciudadano. Que se haga justicia y que ésta se me imparta, si la tengo. Si no la tengo, recibiré tranquilo el fallo de los tribunales. No te inquietes, sin embargo, que mis títulos son los mejores.
BOLIVAR
JUANA BOLIVAR Y PALACIOS

Nace en Caracas, el 16 de mayo de 1779, Juana Bolívar Palacios, hermana del Libertador Simón Bolívar. Contrajo matrimonio con su tío Dionisio Palacios y Blanco el 11 de diciembre de 1792, cuando apenas tenía 13 años de edad.
En 1814 enviuda, y al tomar Boves la capital, sale exiliada hacia Curazao y Saint Thomas. Posteriormente regresa a Venezuela; en el año de 1819 vive en Angostura y en 1823 pasa a Caracas donde muere el 7 de marzo de 1847.

lunes, 28 de octubre de 2013

El Panteón Nacional

(Jueves, 28 de Octubre de 1875)
El 28 de octubre de 1875 se inaugura solemnemente el Panteón Nacional, destinado a guardar las cenizas de los Libertadores de Venezuela y sus hombres ilustres. Al siguiente año, en 1876, el mismo día 28 de octubre, en que se festejaba entonces el onomástica de Bolívar, fueron trasladados los restos del Grande Hombre con toda pompa.
Las cenizas iban en un arca gótica que en 1930 fue sustituida por una de bronce, la actual. Se tocó la Marcha Triunfal de Fiorini y los discursos corrieron a cargo de J.M. Sistiaga y Eduardo Calcaño.
Anteriormente, el Panteón Nacional era la Iglesia de la Santa Trinidad que fue totalmente reducida a escombros por el terremoto de 1812. En 1842, los restos del Libertador, procedentes de Santa Marta, Colombia, pernoctaron en este lugar antes de ser trasladados a La Catedral. El Presidente Guzmán Blanco convirtió la Santísima Trinidad en Panteón Nacional donde se condujeron solemnemente, el 28 de octubre de 1876, los restos de Bolívar. Desde entonces, cada arma del ejército venezolano monta día y noche una guardia de honor al Libertador.
A principios del siglo XX, el eclecticismo deja paso al modernismo, que emplea elementos fantásticos de origen medieval. Este Panteón es obra de M. Mújica Millán.
El eclecticismo había empleado elementos clásicos, góticos, barrocos y renacentistas, fundiéndolos en varias soluciones, poco afortunadas casi siempre. A comienzo del siglo XX llegan a Venezuela los ecos del modernismo o "Art Nouveau", que en arquitectura se manifiestan por el empleo de elementos puramente fantásticos que tienden a ascender verticalmente y se coronan con pequeñas cúpulas bulbosas muy ornamentadas al gusto barroco, pero con unas proporciones completamente distintas.

La Estatua de Bolívar más Antigua

Jueves, 28 de Octubre de 1869)
El 28 de octubre de 1869 Juan Bautista Dalla-Costa inaugura en la Plaza Mayor de Ciudad Bolívar la estatua del Libertador.
Constituye una réplica de la que realizó Tenerani en Bogotá. Esta estatua estante del Libertador es la más antigua de las existentes en Venezuela, dedicadas al Héroe.

José Tadeo Monagas

(Jueves, 28 de Octubre de 1784)
José Tadeo Monagas
Nace el 28 de octubre de 1784, a 40 kms. de Maturín, junto al río Amana.
Adquirió una cultura elemental. Se dedicó a la agricultura y cría de ganado. La carrera de las armas la empezó en Oriente, en el año de 1813, bajo las órdenes de Mariño y Piar.
Estuvo presente en la primera Batalla de Carabobo. Toma parte en las principales batallas por la Independencia; el Libertador lo tituló Primera Lanza de Venezuela. Bolívar premió sus servicios de guerra haciéndolo General de División. Combatió sin descanso en los años 1815 y 1816. Terminada la guerra de Oriente se retiró a la vida privada.
En 1830 ingresó a la política nuevamente. Fue partidario de la conservación de la Gran Colombia y del mando del Libertador. Por esta circunstancia, enemigo del General Páez. En 1835, bajo el gobierno de Vargas, figuró entre los reformistas. En 1847 fue elegido Presidente, ganando a los liberales. La situación política era crítica. Ya se percibía la guerra civil o Guerra Federal. Los conservadores creían que Monagas gobernaría con ellos, él formó un gobierno personalista, dando entrada a los liberales en su gobierno. Los conservadores se molestaron y rompieron relaciones con el presidente.
La Diputación de Caracas, acusa a Monagas ante el Congreso por infracción de las Leyes y Dilapidación de rentas públicas. La intención era eliminarlo de la política; Monagas de recia personalidad, se impone y vence, formando su propio partido.
Durante su gobierno tuvo lugar el atentado al Congreso del 24 de enero de 1848, realizado por los partidarios de Monagas. Fue un crimen político, en que cayeron muchos congresantes, con el fin de impedir el enjuiciamiento de Monagas. Su primer período termina en 1851, dando paso a su hermano José Gregorio. En 1854, el congreso lo nombra General en Jefe de los Ejércitos de la República. A pesar de haber terminado su período, continúa prestando servicios militares. Su gobierno fue caótico, tanto administrativa como económicamente.
En 1855 es elegido presidente por segunda vez. Su intención era reconstruir la Gran Colombia; durante esta etapa existía en el país un ambiente de angustia y anhelo.
Este alternarse la presidencia entre ambos hermanos se llamó "Nepotismo de los Monagas".
La segunda presidencia de José Tadeo Monagas se caracterizó, como la primera, por un marcado personalismo. Hubo mala administración fiscal. En 1856 el Congreso divide el territorio Nacional en 20 provincias. Se construye el primer telégrafo eléctrico entre Caracas y La Guaira. En 1857 se promulga una nueva Constitución. Después de promulgada esta Constitución, que aprobaba la reelección inmediata del presidente, conservadores y liberales se unen para acabar con el "Nepotismo de los Monagas". En marzo de 1858 estalla la revolución de los partidos políticos y José Tadeo Monagas se ve obligado a renunciar al poder. Pide asilo político en la Legación Francesa. El 15 de marzo, el jefe de la revolución Julián Castro, entra triunfante en Caracas y asume el poder provisionalmente. Monagas fue derrotado, pero volvió a la patria en 1864. En 1868, marchó sobre Caracas como jefe de la "Revolución Azul", en la que se volvían a unir conservadores y liberales en contra de Juan Crisóstomo Falcón. En 1868 se postula para candidato a la presidencia viejo ya y a punto de ser nuevamente Presidente muere de pulmonía el 18 de noviembre de 1868, a la edad de 84 años. Monagas llenó un largo período de la vida política venezolana.
En 1876 sus restos fueron depositados en el Panteón Nacional.

Simón Rodríguez

(Lunes, 28 de Octubre de 1771)
Simón Rodríguez
Nace en Caracas Simón Rodríguez, calificado de "loco", "maestro" o "don", este ejemplar venezolano, de padres desconocidos, el 28 de octubre de 1771. Se dice que fue hijo adoptivo de Cayetano Carreño y de Rosalía Rodríguez. De su infancia, se conoce muy poco. Simón Rodríguez es un niño expósito y su único familiar conocido es su hermano Gayetano.
Su carácter nada común lo lleva a quitarse el apellido paterno, el adoptivo y a quedarse sólo con el de su madre (originalmente se hubiera llamado Simón Carreño Rodríguez), por eso es que, el mismo Simón se presenta como expósito en el acta matrimonial.
Se caracterizará toda su vida por seguir apasionadamente su ideal de pensar y enseñar en libertad plena. Su vida estuvo dominada por la pasión de las letras.
El primer contacto de los dos Simones se produce cuando Rodríguez es contratado por Feliciano Palacios, abuelo de Bolívar, para que en su propia casa le sirva de amanuense. Más tarde, al fugarse de la casa de su tío Carlos Palacios, Bolívar ingresará a la escuela pública de Rodríguez.
Este era un maestro que enseñaba divirtiendo, según expresión bolivariana. Su manera de enseñar, distinta a todo lo tradicional, era en el campo, frente a la naturaleza, lo cual servía para el espíritu, para la fortaleza del cuerpo y para el conocimiento de las cosas que nos rodean. Si está en el aula, entre sus 114 alumnos (setenta y cuatro que pagan y cuarenta gratis, entre ellos nueve expósitos), les da instrucción adecuada a sus edades y les inculca las buenas costumbres y el amor por la libertad.
Don Simón Rodríguez, precursor y animador de la inquietud bolivariana, es por antonomasia el Maestro del Libertador; antes de que éste independizara a América, Rodríguez (su "Maestro Universal") hace su tarea: independiza a Bolívar, lo divorcia de la realidad tradicional y lo acerca a la verdad futura; le ayuda a conseguir la perspectiva propia de un creador, a intuir su faena y a calcular las fuerzas de sus auxiliares y sus enemigos. Simón Rodríguez llama a Bolívar a ser terriblemente cuerdo entre aquellos mediocres que se autoestiman depositarios del buen juicio y de la sensatez, y a los ojos de los cuales la Independencia tenía que ser una locura singular.
La enseñanza de Rodríguez se cumple en la adolescencia y en los umbrales mismos de su edad adulta; superados algunos rices de la infancia entre maestro y discípulo, roces que nunca más recordará El Libertador, la compenetración entre ambos es intensa y duradera. Por el carácter independiente y rebelde de Rodríguez se comprende que cale tan hondo en el espíritu del joven.
La casualidad pone en manos de Simón Rodríguez, pedagogo per sé y fanático de Juan Jacobo Rousseau, a un niño sano, rico, de alcurnia, inteligente, sin familia, sin padres siquiera a quienes rendir estrecha cuenta de aquella infancia. En suma, encuentra el Emilio ideal. Y Simón Rodríguez inicia la educación que aconseja Rousseau en su Emilio. Bolívar es el primer hombre moderno, quizás el único, que haya sido educado para hombre libre. Rodríguez le hizo cerrar los libros de texto y le abrió el gran libro de la naturaleza. Le enseña antes que nada a ser fuerte de alma y de cuerpo; y a convivir con la naturaleza, sin ser víctima de ella. Le enseña a dar grandes caminatas, a cabalgar días enteros, a nadar, a saltar. Le transmite oralmente cuanto el discípulo puede asimilar. Y le obliga a leer a los grandes autores clásicos como Plutarco y a los modernos como Rousseau. A eso se limita.
Simón Rodríguez, en 1794 presentó al Cabildo de Venezuela un proyecto de Escuelas Públicas, donde analizaba el sistema educativo para aquel entonces y donde planteaba la necesidad de la participación activa de los alumnos en las cátedras, exponiendo sus ideas y aclarando sus dudas. Pero las autoridades coloniales no le prestaron ninguna atención.
Simón Rodríguez, además, de su conocimiento y talento como educador, sintió también la inquietud de la Libertad; participó en el movimiento revolucionario de Gual y España, y complicado en esta tentativa de independencia abandonó el país al fracasar el movimiento y se traslada a Jamaica, suplantando su nombre por el de Samuel Robinson, para evitar cualquier vengativa por parte de las autoridades del rey.
Al llegar a Jamaica en 1798, se inscribió en una escuela pública para aprender ingles, donde hizo buenas relaciones con los niños, que eran sus compañeros de clase, debido a su bondadoso corazón. Luego marchó a los Estados Unidos, estableciéndose en Baltimore, donde se desempeñó por algún tiempo como cajista de una imprenta. Simón Rodríguez tenía un espíritu de aventurero y esto lo llevo a seguir recorriendo varios países. Simón Rodríguez solía decir: "No quiero parecerme a los árboles, que echan raíces en un solo lugar; sino al viento, al agua, al sol, a todas esas cosas que marchan sin cesar".
Viajó por espacio de diez y seis años, conoció Italia, Suiza, Alemania, Bélgica, Rusia, Inglaterra y otros. Su estadía en el viejo continente le permite dominar el francés, el italiano, el alemán y el portugués, profundizar sus estudios filosóficos y entrar en contacto con las teorías revolucionarias que pronto implantarían un nuevo orden político y social de alcance mundial. Todos estos conocimientos, más tarde los vertería en su más destacado alumno: el Libertador Simón Bolívar.
Simón Bolívar viaja a Europa para distracción de su viudez temprana, dura tres años por fuera, donde se encuentra con su Maestro Simón Rodríguez y se convierte en un viaje de aprendizaje, ya que Rodríguez vuelca todos sus conocimientos en él. En esta época Rodríguez le aconseja a Bolívar que estudie a "Helvecio, Holbach, Hume", entre otros.
En 1823, vuelve Simón Rodríguez a Venezuela, cuando su antiguo discípulo Simón Bolívar se encontraba preparando la emancipación del Perú. Al enterarse Bolívar de la llegada de su maestro lo llama a su lado y lo nombra Director e Inspector de Instrucciones Públicas y Beneficencia, y regenta la Escuela Municipal de Caracas. Y en calidad de tal acompaña al Libertador a Chuquisaca, donde funda una escuela, acorde con sus ideas de enseñanza. Se esmera en hacer de sus alumnos albañiles, herreros, carpinteros y otros oficios manuales. Pero lamentablemente fracasa, porque los mismos padres de familia miraban con desagrado que sus hijos aprendieran tales oficios, teniendo que cerrar la escuela.
Bolívar ratificó en 1823 la manera de enseñanza de Rodríguez sobre las buenas costumbres y el amor a la libertad: «Usted formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso».
En 1826 Rodríguez le escribía a Bolívar: "No sé si usted se acuerda que estando en París, siempre tenía yo la culpa de cuanto sucedía a Toro, Montúfar, a usted y a todos sus amigos". Palabras que sugieren la gran amistad entre aquellos jóvenes y el travieso pero respetado Pedagogo. Esto haciendo remembranza de la época que pasaron juntos en París cuando bolívar viajó a Europa.
En ese entonces, Rodríguez solo contaba con treinta años.
En 1829, retirado de la docencia, establece en Azángaro, sobre las riberas del Lago de Titicacas, una fábrica de Velas, que irónicamente él llamaba "De luces americanas". Pero reclamado por la población cedió a encargarse de nuevo de la Educación.
Después de la muerte del Libertador, en 1830, se traslada a Lima y luego a Huacho. En 1833, fue nombrado Director de estudios del Departamento de Concepción, este mismo año, en Chile se entrevista con su compatriota Andrés Bello y funda una escuela de Barrio. Después de algunos años de permanencia en aquella República, pasó a la del Ecuador donde fue nombrado catedrático de Botánica y Agricultura del Colegio de Latacunga.
En 1846, regenta un Colegio en Quito y en 1847, se traslada al Sur de Colombia, entregado siempre a su pasión de enseñar. Luego se enrumba a Perú, donde murió Simón Rodríguez, pobre y sin hogar a los 83 años de edad, el 23 de Febrero de 1854, en el humilde pueblecito peruano San Nicolás de Amotape. Fabricaba velas, que es hacer luz.
Sus restos fueron trasladados en 1954 al Panteón Nacional, en el centenario de su muerte.
No sin motivos, Bolívar usaba el calificativo de «el Sócrates de Colombia» para referirse a su maestro.
Simón Rodríguez, fue un maestro ejemplar y gran luchador por la Libertad y la Justicia.
Escribió obras de valioso interés, entre las que se pueden citar:
Educación Popular.
El suelo y sus habitantes.
Tratado sobre las luces y las virtudes sociales.
Defensa de Bolívar.
El Libertador del Mediodía de América.
Sus compañeros de armas defendidos por un amigo de la causa social..................................
CARTA DE SIMON BOLIVAR A SU MAESTRO, AL PISAR ÉSTE EL SUELO DE COLOMBIA, DE REGRESO DE EUROPA EN 1823
Usted, maestro mío, ¡cuánto debe haberme contemplado de cerca, aunque colocado a tan remota distancia! ¡Con qué avidez habrá usted seguido mis pasos, dirigidos muy anticipadamente por usted mismo! Usted formó mi corazón para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso. Yo he seguido el sendero que usted me señaló. Usted fue mi piloto, aunque sentado sobre una de las playas de Europa......En fin, usted ha visto mi conducta; usted ha visto mis pensamientos escritos, mi alma pintada en el papel, y no habrá dejado de decirse: "¡Todo esto es mío! Yo sembré esta planta; yo la enderecé cuando tierna: ahora, robusta, fuerte y fructífera, he ahí sus frutos; ellos son míos: yo voy a saborearlos en el jardín que planté: voy a gozar a la sombra de sus brazos amigos; porque mi derecho es imprescriptible, privado a todo"...Sí, mi amigo querido, usted está con nosotros: mil veces dichoso el día en que usted pisó las playas de Colombia. Un sabio, un justo más, corona la frente de la erguida cabeza de Colombia.