lunes, 19 de agosto de 2013

Los primeros esclavos africanos que llegan a Venezuela/Ybrain Esteban Oropeza

Foto: Archivo
Son los que se encargarían de trabajar en las minas de Buría (Nirgua), en el año 1552. Desde el descubrimiento de tres minas de oro en el lugar de Nirgua, los europeos se ven animados a buscar oro en la región del VALLE DE LAS MUJERES (AREA ESPACIAL QUE SE CONOCE DESDE EL 19 DE MARZO DE 1855, COMO PROVINCIA DE YARACUY, POR DECRETO DEL PRESIDENTE DE LA REPUBLICA JOSE TADEO MONAGAS).

Es en el año de 1569 cuando llega un grupo de Españoles en busca de minerales al lugar del río Aroa, donde logran conseguir oro y comienzan a trabajarlas con un grupo de indígenas traídos del pueblo de Duaca, motivado a estos hallazgos se le hace solicitud a la Real Corona de 100 negros africanos, para extraer oro en aluvión del río que hoy conocemos producto de esa explotación minera como Río de Oro, que es afluente al río de Aroa. El Miembro de Número de la Academia Nacional de la Historia Eduardo Arcila Faria, presenta en cifras la importancia comercial de la economía del oro, entre 1571 y 1572, que fueron 32.091 pesos (1571), frente a una producción de oro de 49.481 pesos (1572).

Esta economía del oro que se desarrolla a lo largo del siglo XVI en la antigua Provincia de Venezuela, tuvo en la Jurisdicción del Valle de las Mujeres, un centro de gran relevancia y así lo señala el Capitán General Alonso Aria Vaca, en el 1602. Eran varios los sitios de explotación del precioso metal en el hoy Estado Yaracuy, como: Río Aroa, Quebrada de Cocorote, Taría, Tesorero, Nirgua (Buría, las Palmas, y San Pedro), en todas las cuales se ha sacado gran cantidad de oro y hubo en ellas cuadrillas de Indios y Negros, según los informes del Capitán General Alonso Aria Vaca. Luego son traídos a las Minas de Cocorote (Aroa), personas en calidad de esclavos según un informe realizado por el Gobernador Capitán General Don García Girón, en fecha del 20/05/1613, A.G.I. Santo Domingo.

Para el año 1632, el entonces Gobernador y Capitán General Ruy Fernández de Fuenmayor, expone en una carta dirigida al Rey lo siguiente: “que son necesarios para labor de minas doscientos negros más, por haber faltado los indios, en que pide resolución y en que se le señalen efectos para comprar los supuestos que no ha habido persona que tome la mina por asiento”.

Sobre la vida de los esclavos negros en el siglo XVII venezolano, el Maestro de Maestros el antropólogo Miguel Acosta Saignes, nos ofrece una información muy interesante del núcleo asentado en las Minas de Cobre de San Francisco de Cocorote hoy Aroa. Según sus investigaciones para el año 1650 había en Aroa, 114 esclavos. Los edificios de las minas eran numerosos, fabricados naturalmente de madera y palma de la mapora para los techos, que a veces eran fortalecidos con cuero. Había una casa principal o administración, iglesia, enfermería, casas de habitación para los empleados y para los esclavos negros, despensa granero para el maíz, cárcel, curtiembre, casa de fundición y casas para guardar los diversos aperos e instrumentos. A los habitantes de las minas los alimentos les eran suministrados en grandes porciones, por el encargado del Hato de Aroa, Hato de su Majestad o Hato Rey.

Cuando por alguna circunstancia la cosecha era escasa, se compraba maíz a los comerciantes de Barquisimeto.

De los negros existentes en las Minas, 89 eran hombres y 25 mujeres. Con ellos trabajaban cerca de 35 indígenas, (Aliles, traidos desde la región del Lago de Maracaibo y especialmente grupo de Caquetios, vecinos del pueblo de Duaca, que eran contratados constantemente).

De la distribución del trabajo en el grupo africano se desprenden sus oficios o especializaciones: Arrieros, cargadores de cobre, boyero, camarero, carbonero, carpintero, carretero, conuquero, curtidor, fabricante de casas, fundidor de metal, fundidor de vaciado, hornero, minero de la veta, sacristán, servidor doméstico y vaquero. Por medio de estas notas podemos darnos cuenta, de la forma organiza de dividir los diferentes tipos de trabajos para la época (según el Miembro de Número de la Academia Nacional de la Historia Miguel Acosta Saigne, los esclavos no recibían dinero, solamente se le entregaban objetos varios, en cambio los indígenas si eran remunerados).

Según el CREADOR Y PRIMER DIRECTOR de la Escuela de Antropología, de la Universidad Central de Venezuela, Miguel Acosta Saigne, señala que entre noviembre del 1661 y Octubre del 1663 fallecen cuatro negros, quienes fueron enterrados en la iglesia del lugar. Este emblemático historiador, nos permite conocer en sus investigaciones que este tipo de acto era reservado solamente para los protectores, amigos y servidores destacados de la iglesia o personas prominentes. Esta discriminación no la ha marcado la iglesia, que a su cuerpo de santos ha llevado individuos de todas las extracciones sociales, pero es muy significativo en el caso que menciona el investigador. En la tabla de trabajos especializados de los esclavos de las minas de San Francisco de Cocorote hoy Aroa, se incluye la ocupación de sacristán ¿habían sido estos negros sacristanes? ¿Se tomarían otros méritos para alcanzar tal distinción?

El Miembro de Número de la Academia Nacional de la Historia, Miguel Acosta Saignes, informa en sus escritos que en este lugar (minas de Aroa), se realizaron matrimonios entre los indios del núcleo de las minas. Otro aspecto era la preocupación que tenían los dueños de las minas por mantener vestidos a los esclavos como a los indios, en conformidad con los dispuestos por la ley. Dice:

“A los esclavos negros siempre, y a los indígenas se entregan piezas de vestir o varas de lienzo para confeccionar ropa. Los negros recibían mantas y camisetas.

Cabe destacar la preocupación de estos colonizadores en suministrar o atender a estos seres humanos.

Espero por medio de esta resumida exposición, logren ustedes tener idea de la importancia que tuvo ese antiguo pueblo minero, que fue FUNDADO con el nombre de “Real de Minas de Cocorote”, en el 1615 por el Capitán Alonso Sánchez de Oviedo y refundado en varias oportunidades con los siguientes topónimos:

“Real Hacienda, Minas de Cocorote”, en 1620 por el Capitán Francisco de la Hoz Berrios, “San Francisco de Cocorote”, en el 1632, por el Capitán Francisco Núñez Melean, “Nuestra Señora del Carmen de Aroa”, año 1769 por el Capitán Mathias de Thellechea, “San Miguel de Aroa” en el 1782 por el Teniente y Cabo a Guerra Don Rafael Álvarez de Lugo, “Distrito Bolívar, de Aroa” en 1909 por solicitud del Jefe Civil, Don Teodoro Monasterio Campanell (para esta fecha se inaugura la iglesia que conocemos hoy entre las calle Bolívar y Sucre, desde ese momento la Parroquia es dedicada a Miguel Arcángel, por el Cura Juan de Jesús Montes de Oca). Aroa, es declarado “MUNICIPIO BOLIVAR”, el 05 de Noviembre de 1993, Año 183 de la Independencia y 134 de la Federación. Según; Gaceta oficial N° 1892, por los Ciudadanos Diputados, de la Asamblea Legislativa del Estado Yaracuy.

¡Salud paisanos! Aroa, en voz indígena significa YAGUAR.
Ybrain Esteban Oropeza Legón/ Opinión/ NM

No hay comentarios.:

Publicar un comentario