sábado, 27 de agosto de 2016

Durante la última década del siglo XVIII y la primera del siglo XIX, Caracas creció a una velocidad vertiginosa gracias al negocio del Cacao. La prosperidad de la Capitanía General de Venezuela era comentada e incluso envidiada en el resto de las indias. Para 1808, pocas ciudades en el continente podían compararse a Caracas, que tenía, además de la Catedral principal, siete templos más, dos hospitales, cinco conventos, una universidad de prestigio, un elegante ayuntamiento, varios hermosos puentes y parques, y grandes plantaciones de Cacao. Las casas de las grandes familias cacaoteras eran bastantes amplias y muy hermosas. Sin embargo, esta prosperidad se frenó al iniciar la Guerra de la Independencia. Este es un Hecho Criollo.

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