sábado, 3 de agosto de 2013

La Primera República


Vida Cotidiana en tiempos de Independencia
 Centro Nacional de Historia
¿Qué comían los venezolanos durante la independencia?

U n aspecto desconocido para la gran mayoría de los venezolanos en la actualidad es qué comían los habitantes de nuestro país durante la época independentista. En primer lugar un alimento que no podía faltar eran las arepas de maíz. En el almuerzo los granos eran la comida típica de ese momento, por eso el arroz también era usado cotidianamente como acompañante de éstos, de allí que el pabellón criollo tenga sus orígenes en esa época. Si hoy día es común acompañar las comidas con pan, en aquellos tiempos el cazabe era el indicado para esos casos. En cuanto a las bebidas, se usaban los jugos, guarapos, chichas y café, endulzados con papelón. Los postres más populares eran la naiboa, almidoncitos y la torta de cazabe.

Las Casas

Venezuela, al ser una colonia de relativa importancia para los intereses económicos de la corona española, no tuvo un destacado desarrollo en materia arquitectónica, y esto no cambió durante la época independentista. Caracas para esa época no contaba con más de 7 cuadras y 120 manzanas alrededor de la Plaza Mayor (Plaza Bolívar), la cual era el epicentro político y económico de la ciudad. Las casas de los pobres se construían de bahareque y caña, con techos de paja o palma, mientras que las de los mantuanos tenían amplias ventanas y paredes de tapia, piedra y fachadas de ladrillo, que demostraban su posición de clase dominante en la sociedad.

¿Cuántos éramos?

Para 1810 la mayoría de la población no era ni blanca nacida en España, ni blanca nacida en América, sino que provenía del mestizaje. Como ejemplo tenemos que para ese año en la Capitanía General de Venezuela el 50 por ciento de la población estaba constituida por pardos (término utilizado para denominar el grupo racial de la mezcla de negro con blanco); mientras los blancos nacidos en España, los blancos criollos, además de los mestizos (como se conocía al grupo proveniente de la mezcla de blanco con indio) constituía 25 por ciento; el restante 25 por ciento estaba conformado por los negros esclavizados y los indios. Un aspecto a destacar es que para esa época la provincia tenía aproximadamente más de un millón de habitantes, siendo los pardos el grupo más numeroso, pero a su vez uno de los más excluidos.

Los Carnavales

Al igual que en la actualidad, los carnavales eran días donde las pasiones se desataban, claro que en una época donde el recato y el puritanismo eran la tónica esos desórdenes causaban gran escándalo. Se realizaban muchos juegos como el lanzamiento de puñados de anís, frutas, agua y tinturas donde participaban por igual hombres y mujeres. Hasta en banquetas se daban esos episodios que a veces podían terminar en “encuentros indecentes” o en graves altercados si alguna persona se sentía ofendida o agredida. Un aspecto a destacar es la conducta de los curas en esas fechas, ya que muchos fueron sorprendidos “jugando con pardas, negras o mulatas” en los patios traseros de las iglesias, lo que produjo comentarios venenosos en las localidades.

El Clima

Durante la Independencia los caraqueños no sólo debían sufrir los sobresaltos de la lucha, sino también los bruscos cambios de temperatura. En las mañanas las temperaturas oscilaban entre 21º y 22º, pero en las noches llegaba a 16º, siendo evidente la presencia del “pacheco”. Por eso era común oír las quejas de los habitantes que se reunían alrededor de la Plaza Mayor, quienes se quejaban de las bajas de temperatura. En los meses de abril, mayo y junio llegaba el período de lluvias, y con él la neblina que ocultaba los cielos capitalinos, el fuerte frío obligaba a los caraqueños a abrigarse, tomar café bien cargado o un chocolate caliente.


La Cocina

Las esclavas eran las que se encargaban de la cocina, donde realizaban gran cantidad de alimentos para sus amos y la servidumbre. Estas viandas eran generosas
y se preparaban en hornillas de fogón en las cuales se calentaba un plato a la vez. Por eso había toda una hilera de hornos pequeños para cocinar en el menor tiempo posible. Al quemarse la leña en esos fogones se producían grandes cantidades de hollín, por lo cual las cocinas eran ubicadas lejos de la casa. Los platillos llevaban hierbas y tubérculos que se sembraban cerca de los hogares, donde también se criaban animales de corral: pollos, cerdos y chivos, entre otros. Los utensilios eran las vasijas de barro, las paletas y los cucharones de tapara o madera resistente.

La navidad

Las tradiciones navideñas durante la Independencia no eran muy distintas de las que en muchos lugares de Venezuela aún perviven. En líneas generales se hacían yacimientos y pesebres en las casas, además se organizaban actos con títeres, cantos, comidas y bailes que eran criticados por los sacerdotes por considerarlos “actos de relajo de la moral y las buenas costumbres”, al estar en contra del carácter religioso que debía tener la celebración del nacimiento de Jesucristo. Pese a esas quejas de los curas, las personas asistían a las iglesias para “limpiarse por los pecados cometidos”. Los 24 de diciembre comenzaban las fiestas que se extendían hasta el mes de enero, hasta empatarse con los pecadores carnavales.
19 de Abril de 1810. El Comienzo de la Independencia

Ese día jueves santo la ciudad de Caracas se preparaba para las fiestas litúrgicas, pero los acontecimientos políticos que se desencadenarían hicieron de esa fecha religiosa un momento único en la historia venezolana. En primer lugar, el Cabildo de Caracas, reunido en la actual Casa Amarilla, discutía desde tempranas horas las acciones a tomar ante los acontecimientos ocurridos en España, a éste fue invitado el Gobernador y Capitán General Vicente Emparan. El objetivo de esa sesión era desconocer la autoridad de Emparan y proclamar una Junta de Gobierno, ya que los mantuanos no aceptaban la autoridad del Consejo de Regencia de Cádiz (organismo creado para administrar el poder ante la abdicación del rey como consecuencia de la invasión francesa a España), pero el Capitán General se negaba a escuchar las peticiones del Cabildo abandonando la reunión bajo el pretexto de que debía asistir a las actividades religiosas en la Catedral, siendo detenido por Francisco Salias, quien lo llevó de vuelta al Cabildo. Al momento de su llegada la discusión política se centraba en la representación popular, José Félix Ribas se proponía como representante de los pardos y el padre José Cortés de Madariaga como diputado del pueblo, de esa forma el Cabildo tradicional realizaba un viraje en sus funciones y estructura abrogándose la representación popular. Emparan, ante esa maniobra, intentó que lo nombraran presidente de la Junta Suprema de Gobierno, y dada la negativa de los presentes salió al balcón a preguntarle al pueblo que permanecía en la Plaza Mayor si aceptaba su mandato, como era de esperarse la respuesta fue negativa, debido a que éste había alcanzado un alto nivel de conciencia y madurez política. De esa manera se formó la primera Junta Suprema de Gobierno en Defensa del rey Fernando VII en América, constituyéndose así el primer paso en el proceso de rebelión que el 5 de julio de 1811 proclamaría finalmente la Independencia de España.

Los argumentos para independizarse
Uno de los argumentos de mayor peso utilizado para la rebelión del Cabildo de Caracas fue el derecho que tenían las colonias para organizar su propio gobierno mientras estuviese en cautiverio el rey de España. Con ello, en el papel se mantenía la fidelidad al monarca, pero se evidenciaba que la verdadera intención era conseguir la independencia total de la corona.

Reacción antijuntista
No todas las provincias de Venezuela aceptaron con beneplácito la junta instaurada luego del 19 de abril. Maracaibo, Coro y Guayana se declararon en rebeldía, reafirmando su fidelidad a la Regencia, y con esto rechazaban la autoridad de la Junta Suprema de Caracas al apresar a los emisarios enviados por ésta.



Participación de Francisco Salias

Este personaje tuvo una destacada participación en los sucesos ocurridos el 19 de abril de 1810, porque cuando Vicente Emparan pasó por la Plaza Mayor con la intención de dirigirse a la Catedral, después de rechazar los pedidos del Cabildo y del pueblo que le gritaba regresé “A Cabildo”, Salias lo tomó por el brazo impidiéndole entrar al templo y le ordenó: “el pueblo os llama a Cabildo, señor”. Ante lo cual la guardia personal de Emparan impidió un enfrentamiento y se dirigieron a la reunión donde se concretaría su destitución.


Juan Germán Roscio
(1763-1821)

Graduado en la Universidad de Caracas en Derecho Canónico y Civil. Le fue negado su ingreso al Colegio de Abogados porque su madre era india y ese hecho no figuraba en su expediente de “limpieza de sangre”, ante ello inició una brillante defensa que lo llevó a ser admitido en 1805. A partir del 19 de abril de 1810 tuvo una destacada participación política, fue el redactor del Acta de la Independencia en 1811 y participó en la elaboración de la primera Constitución de Venezuela ese mismo año.

Miguel José Sanz
(1756-1814)

Tuvo una destacada vida académica e intelectual. Desde noviembre de 1810 hasta julio de 1811 fue redactor, junto con José Domingo Díaz, del Semanario de Caracas. Amigo de Francisco de Miranda fue un fiel defensor de la causa independentista, ejerció los cargos de secretario de Guerra y Marina y secretario de Estado. Fue apresado luego de la capitulación de 1812, reincorporándose a la vida política luego del triunfo de la Campaña Admirable. Murió en la Batalla de Urica.


Las Primeras misiones diplomáticas patriotas

Uno de los aspectos más destacados de la Primera República fue su preocupación por la política internacional, por esa razón envió misiones diplomáticas al exterior con el fin de explicar los acontecimientos del 19 de abril de 1810, la constitución de la Junta Suprema de Caracas, además de afirmar los lazos comerciales y conseguir apoyo a su causa.

En total fueron cuatro misiones. Una enviada a Curazao y Jamaica a cargo de Vicente Salas y Mariano Montilla, que logró asegurar las relaciones comerciales con ambas islas. Con la misión enviada a Santa Fe de Bogotá (Nueva Granada) se firmó el Tratado de Alianza y Federación entre Cundinamarca y Venezuela (que es el primer tratado realizado por el país con un gobierno extranjero), en ésta Venezuela estuvo representada por José Cortés de Madariaga. A Washington D.C., capital de Estados Unidos, es enviada otra delegación integrada por Juan Vicente Bolívar, Telésforo Orea y José Rafael Revenga, que no logra su objetivo de conseguir el apoyo de ese país a la Junta Suprema (esa conducta de no injerencia estadounidense se mantuvo a lo largo de todo el proceso independentista), en las gestiones ni siquiera se pudieron adquirir armas para la defensa del país ante posibles ataques enemigos. Por último, se encuentra la de Andrés Bello, Luis López Méndez y Simón Bolívar, quienes viajan a Londres, Inglaterra, donde tampoco consiguen el apoyo de la potencia más importante de la época, porque para ese momento España era su aliada. El principal enemigo inglés era el peligro que significaba para sus intereses el triunfo de Napoleón Bonaparte en Europa. Pero esta misión fue la más relevante al haber contactado al precursor de la Independencia, Francisco de Miranda, el cual regresó junto con los emisarios al país, para desempeñar un papel relevante en todo el proceso previo al 5 de julio de 1811.



Andrés Bello
(1781 – 1865)

Nació en Caracas, el 29 de noviembre de 1781. Estudió derecho, medicina, aprendió varios idiomas, entre ellos francés, inglés y latín. En 1808, fue redactor de la Gaceta de Caracas. El 10 de junio de 1810 viajó hacia Inglaterra junto a Simón Bolívar y Luis López Méndez en la misión diplomática nombrada por la Junta Suprema de Caracas. En Londres se encontró con Francisco de Miranda, quien le permitió el uso de su biblioteca, donde pudo leer importantes obras literarias. En la capital inglesa estudió griego y desempeñó la Secretaría de la Misión Diplomática. En 1814 se casó con María Ana Boyland, quien murió en 1821. En 1824 contrajo nupcias con Isabel Antonia Dunn (la madre de sus 12 hijos). Fue el redactor del Código Civil de Chile y fundador de la Universidad de Santiago donde ejerció como docente y rector. El maestro Bello tradujo al castellano gran cantidad de obras, escribió poemas y elaboró importantes teorías lingüísticas acerca del idioma castellano. Falleció en Chile en 1865.


Instalación del Congreso
2 de marzo de 1811

El primer Congreso de Venezuela inició sus sesiones el 2 de marzo de 1811 en la casa del conde de San Javier (hoy esquina de El Conde ubicada en la ciudad de Caracas). Estuvo integrado por 30 diputados de las provincias de Caracas, Cumaná, Barinas, Margarita y Mérida, posteriormente se incorporaron a sus actividades representantes de Trujillo y Barcelona. En el marco de la sesión inaugural el arzobispo de Caracas, Narciso Coll y Prat, ofició una misa donde hizo jurar a los diputados lealtad al rey, la oposición a toda dominación extranjera (debido a la invasión francesa a España) y la defensa de la fe católica como la única religión verdadera. Pese a este juramento la instalación del Congreso era muestra del ordenamiento del poder que emanaba de la soberanía popular, ubicándose por encima de toda autoridad impuesta por la corona española. De allí que la proclamación de la Independencia fuera una cuestión inminente. En el Congreso se nombraron a los miembros del Poder Ejecutivo (el conocido triunvirato) y se dispuso realizar reformas del poder judicial, entre otras medidas de importancia. La polémica estuvo centrada, el mismo 3 de julio, en torno al tema de la Independencia, que debido a las presiones de la Sociedad Patriótica (conformada por Francisco de Miranda y Simón Bolívar, entre otros), y pese a la oposición de un grupo de diputados, quienes se dividían entre los que ponían en duda la legitimidad del Congreso y los que no creían que fuera el momento oportuno para dar el paso decisivo, no lograron impedir que a la hora de la votación triunfara por abrumadora mayoría la Declaración de Independencia. A continuación las funciones del Congreso estuvieron dirigidas a redactar una Constitución, la cual fue sancionada el 21 de diciembre de 1811, siendo la primera de Venezuela y de América Latina.


Firma del acta de la Independencia
5 de julio de 1811

La proclamación de la Independencia de Venezuela no fue nada sencilla, en primer lugar los miembros del Congreso no estaban seguros de dar ese decisivo paso, pero la sociedad Patriótica (donde se encontraban Simón Bolívar y Francisco de Miranda) comenzó a realizar actos públicos en las calles con el fin de presionar a los diputados. También promovía diversas reuniones, en una de ellas, celebrada exactamente el 3 de julio, Bolívar pronunció su célebre discurso ante la Sociedad Patriótica donde dijo:“Trescientos años de calma no bastan”. Todos esos hechos llevaron a que el 5 de julio de 1811 se declarara solemnemente la Independencia. Las calles se llenaron de personas celebrando ese importante logro, mientras los diputados encomendaron a Juan Germán Roscio la redacción del acta contando con la colaboración de Francisco Isnardi. El domingo 14 de julio, una vez refrendada y publicada el Acta, en medio de una gran fiesta, se proclamó la independencia en la Plaza Mayor.



Acta de la Independencia
(Fragmento)

Nosotros, pues a nombre y con la voluntad y autoridad que tenemos del virtuoso Pueblo de Venezuela, declaramos solemnemente al Mundo que sus Provincias Unidas son y deben ser de hoy más hecho y de derecho Estados libres, Soberanos e independientes, y que están absueltos de toda sumisión y dependencia de la Corona de España, o de los que se dicen o dijeren sus apoderados o representantes, y que como tal Estado libre e independiente, tiene un pleno poder para darse la forma de gobierno que sea conforme a la voluntad general de sus pueblos, declarar la guerra, hacer la paz, formar alianzas, arreglar tratados de comercio, límite y navegación, hacer y ejecutar todos los demás actos, que hacen y ejecutan las Naciones libres e independientes. Y para hacer válida, firme y subsistente esta nuestra solemne declaración, damos y empeñamos mutuamente unas provincias a otras, nuestras vidas, nuestras fortunas y el sagrado de nuestro honor Nacional.”



Sociedad Patriótica

Organización política revolucionaria que tuvo entre sus objetivos proclamar la Independencia de Venezuela. En la Sociedad Patriótica  hombres como Francisco de Miranda (a quien se le atribuye su creación) Simón Bolívar, Antonio Muñoz Tébar, Carlos Soublette, Francisco Espejo y Vicente Salias, entre otros, destacaron por su activa participación en largas sesiones nocturnas donde, entre los años 1810 al 1812, se discutieron temas de interés concernientes a la emancipación venezolana.  Cabe señalar que su membresía  no se restringía a los hombres blancos, participando por igual mujeres e individuos procedentes de diversos sectores de la sociedad de la época. Entre sus actividades resaltaron la edición de un periódico denominado El Patriota (con un total de siete números), así como la celebración del primer aniversario del 19 de abril de 1810

El Terremoto que sacudió la naciente República

Un jueves santo, el 26 de marzo de 1812, alrededor de las 4:00 pm, se sintió un terremoto en las ciudades de Caracas, Mérida, El Tocuyo, Barquisimeto y San Felipe. Sin embargo, Caracas fue la más afectada porque murieron alrededor de 20 mil personas (cerca del 5 por ciento de la población), miles quedaron sin vivienda y no fueron suficientes las medicinas, la comida y el agua potable para socorrer a los afectados. Por otra parte, este terremoto fue en gran medida el motivo de la caída de la Primera República, ya que integrantes de la Iglesia Católica, que favorecían a la corona española desde los púlpitos, pudieron manipular este hecho como un importante efecto psicológico en contra de la causa independentista, sosteniendo que la catástrofe era un castigo divino por la insubordinación hacia las autoridades. Nuestra corta independencia sucumbiría tras este devastador sismo que en menos de un minuto acabaría con la naciente República.


La Capitulación en San Mateo
El bloqueo de 1810 levantado por la metrópoli en las costas venezolanas como respuesta a la formación de la Junta Suprema, dificultó el aprovisionamiento de las tropas patriotas, esto generó un fuerte descontento en los soldados e hizo casi imposible mantener las condiciones adecuadas para enfrentar a Domingo de Monteverde, Capitán de Fragata recién llegado a la Provincia de Venezuela a finales de marzo de 1812, con el claro objetivo de acabar con la República. Otro elemento que a último momento se configuró como un importante inconveniente para la defensa de los patriotas, fue el repentino levantamiento de negros en Barlovento y la pérdida de Puerto Cabello a manos de Bolívar. Ante este panorama Miranda decidió entablar conversaciones con el Capitán realista a fin de proponer un armisticio, de esta manera a partir del 17 de julio de 1812 se inician las conversaciones con Monteverde para dar fin a las hostilidades. Finalmente, el 25 de julio, en San Mateo, Miranda presente la Capitulación ante Monteverde en la cual establece, entre otras materias,  “Que [se]  salve las personas y propiedades de todos los que han promovido y seguido la justa causa de Caracas en provincias”. Lamentablemente, a pocos días de firmado el pacto, Monteverde violó casi todas las disposiciones del mismo persiguiendo y apresando a todo patriota que se le cruzara en el camino.


Mis promesas serán cumplidas: vivid tranquilos por este cumplimiento inviolable”

Así se expresaría el general Domingo de Monteverde el 3 de agosto de 1812, refiriéndose a la capitulación firmada por Francisco de Miranda y él un mes antes, en San Mateo. Sin embargo, aquel llamado no pasaría de ser una mera declaración, así lo demostrarían los hechos inmediatos: se abrió un régimen desenfrenado de persecución política sin precedentes hasta entonces. Las personalidades más influyentes de Caracas, entre intelectuales y propietarios afectos a la causa patriota, serían recluidos en calabozos y, en algunos casos, embarcados a Cádiz para que cumpliesen condena: Juan Germán Roscio, Juan Pablo Ayala, José Cortés de Madariaga, también los miembros de las familias caraqueñas como los Castillo, Mires, Padrón, Peña, Barona, Iznardi, Salcedo y Ruiz. En Valencia, así como en otras partes del país, Monteverde erigió lo que se conoce como el Tribunal de Seguridad Pública, con el objeto de embargar los bienes de los revolucionarios y, en general, de cuantos se señalasen como “comprometidos”, “involucrados”, o “afectos” a la causa republicana.


Domingo de Monteverde
(1773-1832)

Nace en San Cristóbal de La Laguna, Islas Canarias, el 2 de abril de 1773. Se desempeñó como oficial de la Real Marina de Guerra de España. En el mes de marzo de 1812 llega a Venezuela. Hallándose en Coro, el gobernador José Ceballos lo comisiona para sumarse al movimiento prorrealista en la población larense de Carora. Desde allí, Monteverde empezaría a ganar terreno durante la debilitada Primera República. Tras la capitulación de San Mateo asume el control político y militar de la Provincia de Venezuela. Entrega el mando el 28 de diciembre de 1813 y parte hacia Puerto Rico. Muere en Cádiz el 19 de septiembre de 1832.

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